Los sociólogos y el riego, una experiencia en proceso

Galindo F.

Sociólogo, Investigador PEIRAV

 

Para quienes hacemos Sociología en este medio (y Ciencias Sociales en general), la problemática del riego todavía se presenta como algo extraña, ajena a la labor del sociólogo y más concerniente a las labores del Ingeniero Civil, del Agrónomo o incluso del Economista.

Sin embargo últimamente la preocupación por el riego viene reclamando la atención de muchos y como no podía ser de otro modo también de los sociólogos. Por tal razón en el presente artículo compartiré algunas reflexiones generales sobre este proceso de incursión de los sociólogos (locales) en el riego (agua), para lo cual desarrolló los siguientes aspectos (momentos): el descubrimiento y la sorpresa, el encanto/desencanto y los roles/desafíos

El descubrimiento y la sorpresa

En nuestro medio, quienes se dedican a asuntos de riego sea como actores en Proyectos de Desarrollo de Riego, o en su caso como investigadores del mismo, han ido reconociendo y descubriendo (por necesidad o exigencia) una dimensión desconocida o en su caso soslayada del riego campesino, dimensión que se ha venido en llamar "los aspectos sociales del riego", cuya incidencia es en muchos casos determinante para el éxito o fracaso de un Proyecto. Este proceso ha estado acompañado de una cada vez mayor incursión de los sociólogos en asuntos de riego, incursión que no ha sido nada sencilla, pues "para ello han tenido que mostrar primero las omisiones de lo social en la problemática del riego y más luego combatir con posturas tecnócratas y dogmáticas" (Mendoza, 1993:1)

De modo que en los últimos años, más con sorpresa que naturalidad (de tecnócratas y dogmáticos ) y de manera casi silenciosa se han ido incorporando sociólogos de distinto gusto y calibre a la gran problemática del riego. Y en este proceso podemos distinguir dos momentos: primero fueron quienes habiendo estudiado fuera del país conocían las técnicas empíricas de investigación y que a solicitud del gobierno y de instituciones privadas de desarrollo realizaban (y continúan realizando) diversos estudios socio-económicos, diagnósticos, etc. para la implementación de Proyectos de Riego. Posteriormente han ido apareciendo otros sociólogos (los locales) que exigidos (por el estrecho mercado laboral) están en proceso de constituirse en una rara especie (en primera generación) conocida como "sociólogos del riego" y cuya primera escuela es el Programa de Enseñanza e Investigación en Riego Andino y de los Valles (PEIRAV).

En este proceso el sociólogo se ha visto ante un nuevo campo de acción que se abre y un objeto de estudio que se hace.

La SOCIOLOGIA no se siente a sus anchas en los bordes cuando se halla al abrigo de las tempestades sino allí donde el conflicto la presiona con tanta fuerza que apenas puede respirar.

El encanto/desencanto

Mis primeras experiencias en riego las tuve en pequeñas parcelas de lechuga que mis abuelos mantenían (a pesar del avance de la ciudad) en la zona de Queru-Queru. Después de ello no volví a toparme con este asunto.

Pero como creo que el tiempo es cíclico o los mitos eternamente retornan, hace poco más de medio año, -de regreso a la universidad- volví a toparme con el asunto, esta vez dentro el marco del PEIRAV donde actualmente laboro. Por esta circunstancia me gustaría compartir una breve crónica de esta experiencia en proceso (o algunas facetas de esta travesía).

En primer lugar, si algo puede caracterizar mi experiencia en el PEIRAV, esto es, un permanente proceso de aprendizaje (claro que no todo lo que se aprende, es útil, bueno o gustoso).

Viniendo de la sociología, mi marco interpretativo de la problemática rural-campesina, operativamente estaba conformada por dos dimensiones básicas: la comunidad y la familia, y el conjunto de articulaciones que en lo económico, político, cultural, etc. éstos conforman.

Luego de mis primeras incursiones en el tema, fui descubriendo que para comprender el riego era necesario "afinar la puntería" y desaprender lo aprendido; resultado, empezó a comprender que para entender mejor el riego campesino , había que ir más allá de la dialéctica familia/comunidad e incorporar un nuevo discurso y otras dimensiones de análisis , niveles de análisis que preliminarmente considero pueden servir no sólo para conocer y manejar mejor el riego sino también otros ámbitos de la realidad campesina.

En segundo lugar, otro aspecto importante (y complementario al anterior) constituye el hecho de haber cambiado de "campo de juego", desde un espacio donde todos jugaban como cientistas sociales a un ámbito donde hay permutaciones continuas de "puestos de juego" ; consecuencia, la exigencia de asumir una perspectiva que englobe tanto aspectos técnicos y sociales, que en el ámbito del Programa se denomina enfoque "sociotécnico" (interdisciplinario). Enfoque que en mi criterio ha tenido la virtud de asumir el riego campesino de manera integral, pero del cual considero restan por construir sus dimensiones operativas tanto en lo teórico como metodológico (o ser asumidos o aprendidos por nosotros). De igual modo que en el anterior caso, los aportes de este nuevo enfoque pueden ser extendidos más allá del campo del riego.

Finalmente un aspecto que no podía dejar de lado son las relaciones operativas entre lo técnico y social, o más bien diré las relaciones entre técnicos (ingenieros) y sociólogos, que en términos generales podría caracterizar del siguiente modo: "YO LLEGUE PRIMERO Y ME CORRESPONDEN MAS DERECHOS, TU LLEGASTE DESPUES, TE CORRESPONDEN MENOS DERECHOS".

El asunto es que después de todo, si bien el discurso es nuevo (o esta cambiando), las prácticas cotidianas son viejas (reproducen relaciones asimétricas) y serán viejas mientras en la investigación y el desarrollo del riego (Proyectos de Riego) haya actores (los ingenieros) y agentes (sociólogos) , mientras haya títulos (posiciones u orígenes) que otorguen o quiten poder y privilegios. Pues, si vamos a cambiar de enfoque (y asumir lo socio-técnico como perspectiva), cambiemos también las reglas de juego de la investigación y el desarrollo (transformemos también las relaciones entre técnicos y sociales y por extensión, principio o necesidad la de los usuarios), de lo contrario el "nuevo paradigma" será un nuevo cliche para una buena "digestión".

El SOCIOLOGO sólo puede sentirse insatisfecho; los sentimientos que lo animan son la ira y la esperanza, no la conciencia del poder o el placer de saberse escuchado.

A manera de conclusiones: algunos roles y desafíos, tal vez demasiado grandes

Para concluir quiero plantear algunos puntos o actividades estratégicas (totalmente discutibles, como todo lo planteado con anterioridad) que para un sociólogo "junior" del riego en este momento constituyen desafíos importantes e ineludibles (y quizás mañana ya no). La mayor parte de ellos los recojo de aportes realizados por otros sociólogos preocupados por esta misma problemática.

En primer lugar, siguiendo a Quitón (1993) afirmo que el Sociólogo operativamente no tiene un rol definido en la investigación o desarrollo del riego, sino que éste proviene de las "expectativas" de la gente, en este caso de la demandas de usuarios e instituciones.

Sin embargo dependiendo de las situaciones concretas en las que se halle, pueden apuntarse algunas ideas sobre algunos potenciales aportes que involucran al sociólogo.

1. A nivel teórico el sociólogo es quién puede y debe ver el riego desde una perspectiva macro social, es decir, "comprender la estrategia de existencia (de la familia campesina), el espacio donde esta se da y el sistema de relaciones tanto en su propia comunidad como en el conjunto del espacio de existencia y reproducción" (Deheza, 1993:3)

2. La perspectiva sociológica nos lleva a ver los sistemas de riego en una forma holística con una preocupación especial por el comportamiento de los diferentes grupos involucrados. En este sentido una posible función del sociólogo en riegos será entender mejor la relación entre los aspectos técnicos y los aspectos sociales de un sistema para poder identificar las restricciones sociales para la efectividad de un proyecto y recomendar la intervención de estrategias para mejorar la probabilidad de lograr las metas del proyecto. (Parlin y Lusk, s.f.:6)

3. Si las dimensiones sociales del riego son importantes la participación del sociólogo no debe ser por añadidura, sino deberá hacerse un espacio legítimo en estos procesos. Claro que esto significará en algún grado disputarles un espacio a los protagonistas centrales: civiles y agrónomos.

4. Un tarea importante será aportar a la construcción del enfoque socio-técnico, en sus dimensiones teóricas y metodológicas.

5. Participar dentro de un proyecto de riego no sólo en el diagnóstico, sino también en el diseño, la ejecución y seguimiento del mismo.

6. Evitar el maniqueismo al que por extremo podría llevar el nuevo enfoque que valora las dimensiones olvidadas por otros enfoques (más técnicos), de considerar como absolutamente bueno lo campesino y como totalmente malo lo no campesino.

Bibliografía

DEHEZA Gustavo. 1993 "Conceptos sociológicos para el estudio del riego". Cochabamba: mimeo.

MENDOZA, Domingo. 1993 "Criterios sociales para la evaluación de Proyectos de riego". Cochabamba: mimeo.

QUITON, Jose. 1993 Participación en la mesa redonda del Seminario "Aspectos sociales del riego" (Noviembre)

PARLIN, Bradley y LUSK, Mark. s.f. "Participación del agricultor y Organización del Riego". Utah: mimeo.