Investigación participativa y producción de forrajes en ecosistemas de puna

(El caso de la comunidad de Japo kasa, Ayllu San Antonio de Mujlli cantón Challa departamento de Cochabamba)

Sotomayor M.

Ing. Zootecnista M. Sc. Jefe del Ámbito de Investigación, AGRUCO


Introducción

Es muy frecuente observar que cuando se trata de analizar o evaluar la agricultura campesina, la conceptualización y el enfoque que se utiliza asume los patrones de la "Revolución Verde", es decir con una lógica de mercado o de alta especialización. Este error aparentemente intrascendente ha llevado a actuar a algunos proyectos de desarrollo tanto privados como estatales de manera apresurada a plantear soluciones desde una lógica muy distinta, los efectos son los conocidos y no harían falta los ejemplos.

La comunidad campesina como espacio socioeconómico, es heterogénea y por tanto conjugan en él un conjunto de procesos socio productivos que determinan una economía campesina también heterogénea aún cuando mantienen indicadores muy particulares dentro el sector Agrario Nacional.

En síntesis, de lo que se trata es que pretendemos analizar una lógica de producción campesina basada fundamentalmente en la reciprocidad, desde una lógica de mercado basada en relaciones de producción capitalista de alta rentabilidad sustentada en un "paquete tecnológico", hecho a la medida de otras realidades (paradigma occidental).

El programa AGRUCO de la Universidad San Simón de Cochabamba, es un Convenio con la Cooperación Técnica Suiza/Intercooperation. AGRUCO es una Institución de Investigación y Formación, basada en la Agro ecología desde la experiencia campesina, desarrolla investigaciones en el ámbito de comunidades campesinas de zonas agro ecológicas de Cabecera de Valle hasta la zona agro ecológica de Puna en la Provincia de Tapacarí.

En este artículo se muestran algunos resultados de un caso concreto de investigación participativa en la incorporación y manejo de forrajes anuales con la Comunidad Japo Kasa de la Provincia Tapacarí (Cochabamba), donde el Programa AGRUCO desde hace 4 años viene experimentando junto a los campesinos y comprobando sus conocimientos.

La comunidad de Japo, está ubicada a 120 km de la ciudad de Cochabamba, entre los 3900 a 4500 msnm, caracterizada por manejar sistemas agropastoriles en un régimen de organización de la producción basada en las "Ayanokas"(*). El sistema predominante es agropastoril con ovinos, llamas y vacunos/papa amarga y dulce, quinua, kañahua y forrajes (avena y cebada).

El soporte alimentario para el ganado está constituido por las praderas nativas en franco proceso de deterioro (AGRUCO, 1992), la brecha de demanda aparentemente está siendo "llenada", por los forrajes cultivados producidos en las "Ayanokas" y los residuos de cosecha proveniente de los cultivos andinos. Esta interrelación agrícola/ganadera permanente y dinámica es la que garantiza y complementa el proceso de reproducción social familiar y comunal de esta comunidad así como de otras similares constituyendo en Bolivia un sector importante cuantitativa y cualitativamente. Con este preámbulo, muy general, que nos ubica contextualmente en lo que es Japo, se muestran los resultados de la Investigación participativa con la introducción y manejo de forrajes cultivados anuales, en el que pondremos énfasis más allá de lo productivo, más bien en los criterios campesinos como fundamento básico del proceso de validación. Este proceso es permanente en ellos y es así como hoy en este ecosistema "frágil" y "vulnerable», el hombre andino en un proceso de prueba y error ha incorporado ovinos, vacunos, variedades de papas y forrajes, etc., que constituyen legítimamente un potencial genético de alta resistencia y capacidades poco reconocidas y valoradas hasta hoy.

La lógica de las "Ayanokas", la introducción y manejo de forrajes anuales en Japo

Por testimonios de Japeños e informes en AGRUCO, se sabe que la avena forrajera ha sido introducida en la lógica de las "Ayanokas", aproximadamente hace 10 a 12 años. En el caso de la cebada, su incorporación es de hacen muchos años tantos que no recuerda en la comunidad. Este hecho constituye una ventajosa innovación campesina por el cual se trata de garantizar la alimentación animal en época de estiaje (8 a 9 meses del año).

Los cultivos actuales en la rotación de las "Ayanokas" podemos observar en las siguientes figuras.

Figura 1. Ciclo de cultivos en Aynokas Japo 92 – 93.

Figura 2. Ciclo de cultivos en Aynokas Japo 93 – 94.

Berza: Corte de cebada en verde para consumo de vacunos (yuntas) en labores de barbecho (marzo) de la aynoka de turno para cultivo de papa.

Figura 3. Ciclo de rotación de cultivos en parcelas con menos riesgos de heladas.


Figura 4. Ciclo de rotación de cultivos en parcelas con riesgo de heladas.

"Ccanana", es término aymará con el cual se identifica a la "Ayanoka" con capacidad para producir granos andinos (quinua y kañahua) y trigo "kumu" y forrajes (cebada, avena). Es decir un conjunto de cultivos donde la superficie de cada uno de ellos depende de la capacidad de cada parcela.

En el caso de la campaña 92-93, en Japo la Ayanoka Jacharrancho es "Ccanana" con superficie de cultivos mayor en cebada y trigo "kumu" (cebada pelada), avena, kañahua y quinua. En la "Ccanana", de la campaña 93 - 94, será mayor el cultivo de avena complementada por cebada, trigo "kumu" y kañahua. (Informe Erasmo Chambi - Jilakata en Japo 92-93).

Las figuras 1 y 2 se ubican en la lógica de la rotación entre papa, granos y forrajes en función a las variedades de cultivos y las zonas de producción (suelos y topografía) con el objeto de minimizar los riesgos, fundamentalmente climáticas (heladas, sequías, granizadas). No entender los fundamentos de esta lógica casi siempre lleva a equivocaciones. La introducción de los forrajes como la avena y cebada en Japo Kasa ha sido un proceso de adaptación de varios años, es decir, que dado el ecosistema que habitan (alto riesgo), la ganadería, la agricultura y la misma vida campesina están desarrolladas en la "lógica del riesgo", que significa alternar los años buenos y los años malos, que es lo mismo decir años con buena lluvia y años secos.

La avena y cebada constituyen en este caso un ejemplo claro de como los campesinos, selectivamente, en un proceso de varios años han incorporado algunas variedades con características que se ajustan a sus necesidades y formas de manejo.

El Programa AGRUCO, desde hace 4 años, a iniciativa de los campesinos de Japo Kasa incorporó variedades de avena y triticale habiendo logrado resultados favorables donde se consideran los criterios campesinos como elemento fundamental del proceso de investigación/validación, durante el ciclo de los cultivos.

Vale señalar, que los indicadores de validación no solamente se restringen a los biológicos, como normalmente ocurre, sino se enriquecen mucho más y se amplía con los criterios campesinos, esto significa entonces, que lo introducido tiene que ser evaluado también desde una matriz campesina, que es más de lo que manejamos convencionalmente. Aquí radica precisamente la importancia de la Investigación Participativa.

Las variedades de avena y triticale provenientes de SEFO, se ensayaron en las "Ayanokas" de Japo Kasa habiendo logrado los resultados que se muestran en los tablas siguientes.

Tabla 1. Parámetros de evaluación de variedades de avena y triticale, que incluye criterios campesinos en dos períodos agrícolas comunidad de Japo.

Período 90 - 91

Fuente: N. Tapia, 1991.

Tabla 2. Características agronómicas, rendimientos en materia verde (MV) y materia seca (MS), incluyendo criterios campesinos de variedades de avena y triticale en berza. Japo, Período 91-92

Fuente: N. Tapia, 1992 AGRUCO.

De las Tablas 1 y 2 podemos concluir en los siguientes puntos de manera muy general:

1. Que en el proceso de selección de alternativas, los campesinos articulan un conjunto de criterios jerarquizados (orden de importancia), de tal manera que la decisión final resulta siendo una combinación de criterios, que cambia significativamente la priorización de cada alternativa en corporación con una evaluación solamente técnica. (Ver número de orden en la evaluación agronómica y campesina).

Este proceso fundamentalmente considera como criterios básicos el control del riesgo y el manejo de la alternativa (uso y manejo en el tiempo entre otros).

2. De manera más específica, en lo referente a la avena, algunos campesinos prefieren la variedad Texas por su precocidad, aún cuando la cantidad de hojas es menor que las otras. La precocidad le permite contar con forraje verde (berza), para alimentar a las "yuntas"(*), durante el barbecho en "Ayanokas" de papas entre febrero a marzo, en el que los requerimientos alimenticios son mayores por el trabajo que efectúan entre 4 a 5 horas diarias efectivas.

3. Otros campesinos prefieren la avena de la variedad gaviota, porque macolla y produce bien. Sin embargo por su ciclo tardío, estaría más orientado a la producción de forraje para heno y ser utilizado así en época de estiaje. Aquí es importante señalar la especificidad del uso y potencialidad de una u otra variedad por el que los campesinos orientan el uso del forraje en función de los requerimientos (necesidades) y épocas/momentos más importantes del calendario agropastoril que manejan de acuerdo a su propia racionalidad.

4. En lo referente al triticale, las variedades Eronga y Cautivador fueron preferidos por los campesinos, los criterios fundamentales están referidos al tamaño de las plantas y la regular abundancia de hojas. Sin embargo tienen algunas reservas por la dureza y conformación de las espigas (puntiagudas y cortantes), que afectarían la boca de los vacunos haciéndolos más propensos a la fiebre aftosa que casi, anualmente se presenta en la comunidad.

5. Los campesinos prefieren cultivar cebada y avena, y no tanto triticale. Esto porque conocen mejor su manejo y han sido incorporados a su lógica hace muchos años (proceso de adaptación y adopción). Uno de los problemas que todavía no ha sido solucionado, es el abastecimiento de semillas aún cuando se proveen de las ferias zonales y regionales en las que participan frecuentemente.

6. Los rendimientos en materia verde y seca son diferentes para las dos campañas. Estas se reflejan en márgenes de 65 a 50%, derivados como efecto del clima. La campaña 91-92 fue seca en relación a la campaña 90-91, que fue más lluviosa.

7. Es evidente también la diferencia en los rendimientos de materia seca tanto en cebada como en avena. En todo caso, lo más importante para los campesinos son los rendimientos como heno y las características que tengan éstos con fines de uso.

Concluyendo, podemos decir entonces, que si no consideramos los criterios campesinos en el proceso de investigación-validación, los riesgos de error en la interpretación y análisis de los resultados logrados serán mayores y poco reales. Por tanto, el hecho de investigar en comunidades campesinas significa que nuestro marco de referencia natural, tiene que. ser lograr la participación de los campesinos, aprovechando su experiencia, capacidad y conocimiento desarrollados en muchos años y circunstancias, caracterizadas por un ecosistema muy variado.

Referencias

AGROECOLOGIA UNIVERSIDAD COCHABAMBA. Informe Anual AGRUCO, (gestión 1990-1991) AGRUCO, Cochabamba, p.45.

TAPIA, N. 1991 Informe Anual Puna de la gestión 1990 - 1991. AGRUCO, Cochabamba, p.97.

TAPIA, N. 1992 Informe Anual Puna de la gestión 1991 - 1992. Cochabamba, p.83.