¿Por qué nos interesan los bosques tropicales?

Achá V., Schulte A. 

 

Escuela Técnica Superior Forestal

Aspectos generales

En Bolivia, los bosques naturales en estado primario poco o nada intervenidos, cubren alrededor de 600.000 km2, lo que representa el 55% de la superficie total (TM, 1987); otros estudios sobre los mismos (BROCKMANN, 1978; SAAL et al., 1986; von BORRIES, 1986), indican que esta superficie es de aproximadamente 550.000 km2 (50%). De una u otra forma, constituye aún uno de los recursos más valiosos que tiene el país, tanto por su contenido de biomasa como por su carácter renovable (TOSI, 1987).

Por otra parte la superficie erosionada por la acción del hombre desde la colonización española, se estima actualmente en unos 500.000 km2 aproximadamente, equivalente a un 46% de la superficie total de Bolivia. En vista de la densidad demográfica relativamente baja, esta cifra es alarmante y extremadamente preocupante con miras al futuro del país. La calidad inferior de los suelos en las regiones afectadas por la erosión y la constante merma en cifras absolutas de los suelos disponibles, ofrece un cuadro sombrío con respecto a la producción de alimentos. Sobre todo el complejo deforestación/pastoreo/erosión del suelo, ha alcanzado durante los últimos siglos una importancia excepcional. La colonización cada vez mayor del oriente boliviano completa la catástrofe ecológica. Hay que temer, que la obtención de nuevas tierras de cultivo resulten una equivocación cara e irreversible.

Antes de la reforma agraria de 1952, el Chapare no tenía más de 5.000 habitantes. Hoy en día esta cifra se calcula en 220.000 y, por lo menos, otro tanto corresponde a trabajadores ocasionales que se encuentran allí temporalmente. En este contexto, hay un detalle que no se debe olvidar: por cada familia que migra desde los Andes a las tierras bajas, quedan destruidas aproximadamente 25 ha de selva tropical. Conjuntamente con la explotación abusiva e irresponsable que juegan muchas empresas madereras, sumadas a las actividades ganaderas; el resultado es impresionante. Cada año Bolivia cuenta con una destrucción de bosques naturales de 200.000 has.

Con esta destrucción de ecosistemas naturales y una reforestación estimada en menos de 3.000 ha/año, nuestro país figura entre los pocos países que presentan una proporción de plantación/deforestación de mucho más de 1:50. Si se mantiene este ritmo de la destrucción de los bosques, al cabo de unos 30 años ya no existirán más áreas boscosas significativas en Bolivia y apenas existirán tierras que permitan un cultivo sostenido.

Según, SCHULTE y MERIDA (1991) los bosques tropicales cumplen con una diversidad de funciones para la sociedad humana de un país y no solamente son productores de madera. Una gran cantidad de efectos dañinos para el medio ambiente y para las personas que lo habitan, es atenuada en mayor o menor medida, gracias a la existencia de los bosques. En el caso de Bolivia y especialmente del departamento Cochabamba, se puede decir que la erosión queda identificada como el mayor problema de la destrucción del medio ambiente, en estrecha relación con la deforestación de paisajes enteros o de partes de los mismos, como resultado de esto, el balance hídrico de inmensas cuencas hidrográficas se ha desequilibrado. Los efectos producidos por la deforestación sobre el macroclima, pero también sobre el microclima, son importantes y el daño ecológico -por tanto económico- que esto significa para Bolivia, tiene dimensiones difíciles de estimar.

La economía de la destrucción

Pero para tener por lo menos una idea del valor económico de esta destrucción nos permitimos hacer pequeños cálculos que merecen de un estudio económico profundizado. En los bosques tropicales de Bolivia como en otros países del continente también es posible contar entre 200 y 500 árboles por ha, con un DAP mayor de 10 cm. En el trópico boliviano esta cifra significa una masa de madera entre 250jy 400 m cúbicos/ha aproximadamente. La destrucción de 200.000 has. por año en Bolivia nos permite calcular una destrucción de 40.000.000 a 100.000.000 de árboles por año, sin contar las especies con un DAP menor de 10 cm. y los arbustos, las cuales muchas veces tienen un valor extraordinario como hierba medicinal, forraje, etc.

Un cálculo del valor económico de la madera de estos árboles con solamente 25 US$ por árbol llega a la fascinante suma entre 1.000.000.000 y 2.500.000.000 US$ que viene "quemando" anualmente Bolivia.

Esta suma significa solamente el valor de la madera, por otro lado, el suelo que Bolivia pierde a través de la erosión que sigue después del chaqueo y quema del bosque, el desequilibrio del régimen del agua, y como consecuencia la destrucción de infraestructura como puentes, carreteras, etc., el cambio del micro o mesoclima, la extinción de especies de plantas y animales silvestres, etc., son cifras mucho más grandes de valor económico que no entran en este cálculo superficial.

La importancia de la pérdida de todo este material genético radica principalmente en su irreversibilidad, que se refleja en el bloqueo de las perspectivas de mejora de la producción en general, puesto que es la base de recursos para innovaciones científicas y técnicas.

La ETSFOR/UMSS y el problema ambiental

Fundamentada en los principios educativos y científicos que rigen a la UMSS, en busca de sus fines de preservación del patrimonio natural y cultural del país y de desarrollo de la investigación científica, la Escuela Técnica Superior Forestal (ETSFOR) como una de sus unidades académicas, busca contribuir a la elaboración de políticas de defensa y explotación racional de aquellos recursos.

Porque solamente a través de un lineamiento claro de uso sustentable y fundamentado en profundas investigaciones, permitirá mediante la educación ecológica para todos los estratos sociales, crear un contexto de respeto global que deberá frenar y modificar estas acciones destructoras de nuestros ecosistemas, que de otra manera, al sumarse a la situación poco prometedora el resto del planeta, nos enfrenta a nuestra propia sobrevivencia como especie.

Los estudiantes y el medio ambiente

En un estudio realizado en el país por H.C.F. MANSILLA en 1984 sobre la problemática ambiental, figuran encuestas realizadas a 400 personas entre empresarios (50), funcionarios estatales (100), sindicalistas (50), periodistas (100) y estudiantes (100), en relación a sus opiniones sobre la erosión en la región de los trópicos de Bolivia.

Una de las preguntas referentes al tema, buscaba conocer la impresión de las personas sobre la susceptibilidad que estos suelos tienen a dicho proceso erosivo. Las respuestas de manera general indicaron que casi un 50% de los encuestados no reconoce como problema a este grave fenómeno, incluidos entre ellos a más de la mitad de los estudiantes consultados. (ver gráfico 1).

Enfocando el problema de la colonización y explotación del trópico, el mismo autor, preguntó a las personas que habían desconocido el problema de la erosión -provocada en gran medida por la colonización espontánea y la explotación irracional de los recursos- el motivo de su respuesta. Obtuvo dos tipos de opiniones: por un lado algunas personas ven este problema como algo demasiado puntual para tener gran importancia (ver referencia 2 del gráfico 2) y otro grupo está a favor de la continuidad de estas actividades humanas, por que según ellos el trópico no es susceptible a los daños mencionados y que se trata el asunto de manera muy sensacionalista (ver referencia 1 del gráfico 2).

La preocupación generada por estos datos, es el hecho del desconocimiento por gran parte de los estudiantes, del grave problema que significa la depredación del trópico boliviano en términos ambientales y económicos. Esto podría reflejarse en un empobrecimiento aún mayor de nuestra sociedad puesto que la alternativa principal para cambios favorables al medio ambiente, son los futuros profesionales del país.

En Cochabamba, la Universidad Mayor de San Simón tiene la importante responsabilidad de favorecer la adecuada capacitación de sus estudiantes, que sin duda alguna deberá reflejarse en el uso sostenido de los abundantes recursos con que cuenta el departamento.

El Valle del Sacta como área protegida universitaria

El año 1973 ante gestiones directas entre el Rectorado de la Universidad y el instituto Nacional de Colonización, se concretó la adjudicación de terrenos en la región del Valle del Sacta con una superficie de 20.000 has, donde la UMSS realizaría capacitación e investigación forestal. Desgraciadamente, debido a la apertura de la senda de estudio para la construcción de la actual carretera Chimoré-Yapacani, una invasión de colonizadores hizo que esta concesión se redujera a 5.761 has con 4.460 m2, las mismas que gracias a la Resolución Suprema Nº 202747 otorgando el correspondiente Título Ejecutorial, se consolidaron definitivamente en favor de la Universidad.

Esta propiedad se ubica en el cantón (cuna provincia Carrasco del departamento de Cochabamba a 16250' de altitud Sud y 64º50' de longitud Oeste. Corresponde según GEOBOL a la zona 231 o bosque siempre verde y según L. R. HOLDRIDGE a la zona de vida comprendida en el piso ecológico Bosque muy Húmedo Tropical a Subtropical, unidad bioclimática ubicada a lo largo de las vertientes de los Andes orientales (CIDRE, 1988).

Por su capacidad de uso estos suelos son óptimos para la actividad forestal, restringiéndose el uso para actividades agrícolas y pecuarias que sin un manejo adecuado provocan la pérdida de su fertilidad. Sin embargo, al igual que toda la región del Chapare Tropical, la zona del Valle del Sacta sufre ante constantes chaqueos que buscan principalmente el cultivo intensivo de la hoja de coca, proceso que implica la pérdida irreversible de las especies arbóreas que potencialmente ofrecen la verdadera alternativa complementaria para la mejora de la calidad de vida del campesino.

Lamentablemente, una política inadecuada para el sector forestal y la carencia de Centros de Investigación para planes de manejo y la carencia de Centros de Investigación para planes de manejo de los bosques tropicales, contribuyen a la pérdida de las ya mencionadas 200.000 has anuales de este recurso en el país. En este acelerado proceso, muchas especies forestales van desapareciendo sin siquiera haber sido dendrológicamente identificadas y mucho menos inventariadas o estudiadas apropiadamente en cuanto a sus propiedades físico-mecánicas y sus potencialidades, lo que sin duda alguna permitiría una explotación menos selectiva.

Además, debido a que Cochabamba -como gran parte de los departamentos del país carece de un sistema adecuado para la conservación de sus ecosistemas, ha surgido la necesidad de que aquella propiedad universitaria sea un espacio natural protegido, que manejado adecuadamente permita actividades científicas, ecológicas y educativas.

El principal argumento para ello, es que el Valle del Sacta presenta todavía una biodiversidad relevante en su bosque primario poco intervenido y representativo de la ecoregión. Cuenta con una estratificación arbórea de distinto porte, con abundantes epifitas y sotobosque denso, donde se puede encontrar variedad de aves, insectos, mamíferos, reptiles, una rica ictiofauna en sus ríos y lagunas, etc.; recursos naturales que de manera general han sido poco estudiados en la zona.

Las actividades a realizarse favorecerán el papel de mayor importancia de las áreas protegidas que es el de carácter biológico-evolutivo, al proteger comunidades, poblaciones, especies animales y vegetales, que tienen un papel importante en la regulación del medio ambiente y el equilibrio ecológico.

El Proyecto Forestal y sus perspectivas

Gracias a la cooperación de la Misión Técnica Alemana/GTZ, el Valle del Sacta cuenta con un aula múltiple, oficinas e infraestructura básica, cumpliendo los requisitos necesarios para hacer de este lugar un Centro de Conservación, Investigación y Capacitación Forestal para los trópicos. De donde deberán irradiarse todas las experiencias, fruto de un trabajo integral de la universidad, que viene siendo impulsado actualmente por el grupo de profesionales forestales de la ETSFOR.

a) Programas del Proyecto Forestal

Habiéndose puesto en marcha un Plan de Emergencia para el replanteo topográfico y la vigilancia de la propiedad universitaria mediante Guardas Forestales capacitados por la ETSFOR, se pretende facilitar las actividades de los programas forestales que tienen los siguientes objetivos:

Demostrar la importancia de la conservación de áreas forestales específicas para garantizar el equilibrio ecológico de los ecosistemas boscosos y el mantenimiento del recurso genético. Realizar investigaciones aplicables y utilizar tecnología apropiada para conservar y proteger los ecosistemas naturales en el área subtropical.

Expandir la aplicación de tecnologías apropiadas, que permitan un manejo sostenido del bosque subtropical.

Realizar investigación pragmática sobre la mejor forma de aprovechamiento del recurso forestal resultante del manejo racional del bosque.

Producir especies forestales nativas y otras introducidas, para reponer la cobertura vegetal de áreas explotadas de la región. Aportar efectivamente en actividades de capacitación, divulgación e interacción social, para demostrar la importancia del bosque, los beneficios que brinda y posibilidades de un desarrollo sostenido.

b) Otras perspectivas

Otra de las perspectivas de la UMSS para favorecer la conservación del patrimonio natural boliviano, son las investigaciones de la fauna silvestre del lugar mediante proyectos específicos, los cuales permitirán que a largo plazo se pueda mantener las poblaciones de animales del bosque tropical que de otra manera estarían condenados a la extinción.

De la misma manera por su ubicación estratégica sobre la carretera Cochabamba - Santa Cruz (a mitad de camino), el Valle del Sacta ofrece varias opciones para el ecoturismo y la visita de investigadores de flora y fauna, entre ellas el senderismo por el bosque primario observando la exuberante vegetación, animales silvestres y la navegación por los ríos del Sacta donde todavía se pueden observar tortugas, búfalos, aves acuáticas, etc. recorrido que lleva al "Campamento 1", que con algo de inversión podrá reparar la infraestructura ya existente, para la permanencia del visitante en medio del exuberante bosque de aquel área protegida del departamento.

Resumen

La creciente destrucción del medio ambiente en general y de los bosques tropicales en particular, causa un grave daño ecológico -y por tanto económico- para Bolivia, el que tiene dimensiones difíciles de estimar. Cálculos superficiales, indican que el valor de la madera quemada anualmente en Bolivia a través de la destrucción de 200.000 has/año de bosques tropicales, llega a la fascinante suma entre 1.000.000.000 y 2.500.000.000 de US$/año.

Las universidades y especialmente la UMSS a través de la Escuela Técnica Superior Forestal, analizando la falta de una conciencia ambiental de la población del país en general y de los estudiantes en particular, deben ser los centros educativos que de manera efectiva busquen alcanzar sus fines de preservación del patrimonio natural y cultural del país debiendo además indudable e imprescindiblemente contribuir al desarrollo de la investigación.

La declaración del bosque del Valle del Sacta en el Chapare como Área Protegida Universitaria bajo la responsabilidad de la ETSFOR y el hecho de garantizar la infraestructura para su funcionamiento o Centro de Educación e Investigación Ambiental; deberán lograr la verdadera capacitación de nuestros futuros profesionales, fundamentada en la percepción de la importancia de la conservación y la investigación en busca de un uso racional de los bosques tropicales en Cochabamba y el país.

Opinión de la sociedad boliviana en relación a la susceptibilidad de los suelos a la erosión en el trópico.


Opinión de la sociedad boliviana en relación a la colonización y explotación del trópico.

Fuente: H.C.F. Mansilla 1984

Gráficos: Schulte/Achá