Consecuencias inmediatas o directas ligadas a la erosión de suelos

 

Tanto en los países en desarrollo, como en otros desarrollados, la degradación de la tierra se ha presentado como uno de los principales obstáculos para un ulterior desarrollo de la agricultura, tanto en superficie, como en rendimientos por unidad de superficie. En algunos países, en vías de desarrollo como el nuestro, esta pérdida de tierras se presenta en forma alarmante, originando una disminución de los niveles de auto suficiencia y por lo tanto, aumenta la dependencia de los suministros del exterior. Si no se adoptan medidas correctivas para finales de este siglo, se puede perder el 20% de la capacidad productiva de las tierras en los países en desarrollo. Los factores que determinan la erosión son: El agua, el viento, los animales y los cambios de temperatura.

Las características de las precipitaciones pluviales (Duración, Intensidad y Frecuencia) determinan el grado de erosión llamada hídrica, dado que el suelo es removido por las gotas de lluvia y los escurrimientos superficiales en terrenos de pendiente.

Las intensas lluvias, típicas de los trópicos tienen un efecto mucho más catastrófico que las lluvias suaves de los climas templados; los límites aproximados de las lluvias destructoras son las latitudes 40° Norte y 40° Sud. Bolivia se encuentra dentro de estos límites latitudinales, por lo tanto tiene alta probabilidad de erosión. (Aproximadamente 41 % de suelo erosionado).

Las gotas de lluvia al caer sobre el suelo rompe los agregados, y si la lluvia es persistente y los suelos están en pendiente se forman los canalículos y posteriormente las cárcavas, construyendo canales con dimensiones bastante grandes (como se puede ver en la fotografía anterior).

La presencia de los animales en los suelos de ladera, especialmente las cabras, deterioran los suelos por efecto del pisoteo rompiendo los agregados y comiendo la parte foliar mas sus raíces de las pasturas nativas que constituyen una protección de los suelos.