Enfoque agroecológico para el desarrollo rural

Delgado F.

Ing. Agr. Jefe Sección de Formación. AGRUCO

 

Los sistemas de producción agropecuaria y la importancia del manejo de estos en la economía familiar campesina en la zona andina han sido estudiados muy superficialmente en Bolivia. Este desconocimiento de la realidad campesina ha repercutido para que muchos proyectos de desarrollo rural, cuyos objetivos tienden al "mejoramiento del nivel de vida", no logren transformaciones efectivas dentro la composición andina, por que son transgresiones directas de la cultura occidental.

El desarrollo rural del agro, que es en primera instancia el efecto de voluntades responsables de las políticas agrarias y del beneficio, deben ser orientadas al manejo de los sistemas agroecológicos, cuya base conceptual radica en que "la sola descripción de los componentes de un fenómeno no es suficiente para explicarlo; más bien se debe analizar la complejidad de todos los fenómenos y sus interacciones". A este concepto, la agroecología añade un punto de mucha importancia, que es la racionalidad en el uso de recursos naturales renovables y el entendimiento del uso del tiempo y espacio en la familia campesina.

Se sabe también, que una de las condiciones necesarias para promover el desarrollo de los pueblos, es conocer sus relaciones sociales de producción y el potencial de sus recursos naturales, pero que han sido enfocados desde un punto de vista atomista. Al respecto Hart, (1985), indica que "la organización de instituciones de investigación agrícola, casi siempre ha sido realizada por disciplinas o por especies de cultivos y animales: los edafólogos analizan procesos químicos del suelo, los entomólogos y fitopatólogos estudian sus respectivos insectos o enfermedades, y los economistas hacen estudios de crédito y mercadeo, todos en forma aislada y sin interacción alguna".

A partir de este enfoque de investigación, es que la transferencia de tecnologías agropecuarias a las unidades de producción campesina (UPC) en la actualidad, son también atomistas, donde la "extensión agropecuaria" da un apoyo puntual a algunos cultivos, sin ver las interacciones con el medio ambiente y el aspecto sociocultural. Este concepto tradicional de la extensión agropecuaria no permite una acción concertada entre el extensionista y el campesino receptor, cuya relación vertical, ahonda el desconocimiento de la realidad campesina y su desarrollo.

En Bolivia, existen centenares de organizaciones no gubernamentales (ONG) de apoyo al sector rural, que en su mayor parte mantienen este enfoque tradicional y atomista. Estas ONG se basan en diagnósticos socioeconómistas cuya planificación de programas y proyectos, son realizados a "vuelo de pájaro", con estadísticas que son poco confiables debido al inadecuado uso de instrumentos metodológicos en el levantamiento de datos (encuesta formal) a poblaciones de bajos niveles de instrucción (70% de analfabetismo a

nivel nacional). La encuesta formal, como instrumento de investigación no permite reflejar la realidad de una zona. Al respecto Rhoades, (1982), indica que, "la encuesta informal en estos casos puede servir para obtener información básica de áreas o sistemas agrícolas sobre los que se conoce poco, en base a la cual se puede prender estudios más específicos y profundos". La encuesta informal, usada desde muchos años por los antropólogos en el estudio de la vida cotidiana de la gente, corresponde más al campo del arte que a un patrón rígido de procedimientos; como cualquier arte, incluye creatividad y técnica.

Al respecto, Guntern et al., (1983), indican "que se debe adoptar un método de trabajo coherente desde la formulación hasta la evaluación de la acción, que en la práctica significa reconocer la capacidad y la realidad de los campesinos, de comprender su propia situación, de plantear sus puntos de vista, de hacer contribuciones útiles a partir de sus múltiples experiencias. Además se puede integrar en el proceso de decisión a la mayoría de los campesinos a través de asambleas comunales y no reducir la participación a la incorporación de representantes o autoridades locales en la estructura agraria de la zona".

Estos aspectos han determinado que la metodología aplicada para los trabajos de investigación y extensión agropecuaria del "Proyecto Agroecología Universidad Cochabamba" (AGRUCO) hagan mayor énfasis en el análisis específico de la unidad de producción de la familia campesina y todas las interacciones que puede existir en ella.

Las investigaciones se realizan trabajando interdisciplinariamente en torno al ecosistema predial en base al "método de las aproximaciones sucesivas", como respuesta al ausentismo de información básica y experiencia reducida. Este método tiene como fundamento las técnicas experimentales, las operaciones lógicas y la imaginación racional. Se realiza a través de las aproximaciones sucesivas, se constata en la práctica y se perfila en la combinación de la reflexión comprensiva y el contacto directo con la realidad de la familia campesina.

Si bien, las distintas ciencias se valen de herramientas diferentes, el método científico es uno solo, existiendo solamente diferentes procedimientos para llegar a la meta. Uno de estos procedimientos del método científico es el "estudio de casos", que según Medina Echeverría citado por Villarroel, (1985), "está dirigido a indagar el sentido que organiza, y que se sitúa además, en la circunstancias más amplia en que está incluido". Es decir, que en lugar de estudiar las masas estudia los casos particulares.

Dandier, (1982), al respecto indica que "...en diferentes estudios se ha tratado de tomar en cuenta, especialmente a través de estudios de caso, el ciclo de vida de la unidad doméstica campesina e historia de vida de sus miembros a fin de precisar las diversas características en la composición social y economía de las unidades domésticas".

Greslou menciona, (1986), que: "Las opciones de la política agraria nacional provocan la destrucción de los sistemas de producción tradicionales y comprometen la existencia de las sociedades campesinas andinas, debido a la competencia comercial (importación de productos alimenticios, políticas de precios, etc.) o directamente por la inyección de paquetes tecnológicos llamados modernos".

En las zonas de extensión agroecológica de AGRUCO Mendieta, (1987), ha realizado un estudio de casos de dos familias campesinas en el que se analiza el sistema de producción, su funcionamiento y eficiencia productiva, haciéndose énfasis en la utilización del tiempo (distribución de la mano de obra) y del espacio (utilización del suelo).

Collahuazo, y otros, (1986), indican que la actividad agropecuaria ha sido la más importante en términos económicos y ahora se hace cada vez más imperiosa por ser la principal fuente de subsistencia de los pueblos. Por eso es necesario estudiarla en todos sus componentes mediante la investigación participativa, con una metodología que relieve la vivencia de la dualidad campesino-investigador que de manera franca identifican la realidad.

Sin embargo los recursos económicos para la investigación son frecuentemente limitados, los sistemas de investigación agrícola deben asumir un papel cada vez más importante en el incremento de la producción.

Es por ello, que las metodologías de investigaciones socio-económicas en el área rural deben promover un proceso de participación campesina (investigación-participativa), que deben ser impulsadas por las Universidades.

Si bien, los profesionales bolivianos relacionados con el sector rural (agrónomos, sociólogos, economistas) están a la altura de profesionales de otros países de América y Europa, existe una deficiencia que no es propiamente la incapacidad técnica, sino más bien, el desconocimiento de la realidad del pequeño productor campesino (70% de la población nacional) que según datos de la FAO, (1988), aporta el 65% de los productos alimenticios, consumidos en el país. Estos datos nos hacen pensar que la educación superior en las Facultades de Agronomía deben estar dirigidas al manejo de sistemas del pequeño productor en base a tecnologías socialmente apropiadas.

Bibliografía consultada

1. Dandier, Y. 1982. Economía campesina en los valles, serranías de Cochabamba. CERES. Cochabamba. sp.

2. Gunter, Y. et al. 1983. Reconocimiento de la provincia de Ayja (Ancash). COTESU, Lima.210 p.

3. Halt, R. 1985. Conceptos básicos sobre ecosistas. CATIE, San José de Costa Rica.159 p.

4. Rhoades, E. R. 1982. El arte de la encuesta informal. CIP, Lima 26 p.

5. Villarroel, R. 1985. Sociología general. Amigos del Libro, La Paz. 404 p.