Editorial |
Nueva época La presente publicación rescata y quiere perpetuar el nombre de REVISTA DE AGRICULTURA utilizado toda vez que la Facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba pudo concretar la difusión de sus trabajos, investigaciones, experiencias e inquietudes referentes a la agropecuaria boliviana. El rescatar y perpetuar ese denominativo es más un justo homenaje a los meritorios profesionales agrónomos que contribuyeron a la ciencia y a la técnica a través de la comunicación agrícola; como verdaderos "Quijotes" de la cultura técnica. Como parte de este homenaje, es necesario hacer un recuento de la vida de una publicación como esta, considerando previamente, que en nuestro medio cualquier esfuerzo editorial es una verdadera aventura llena de riesgos, sinsabores e in comprensiones. La REVISTA DE AGRICULTURA apareció por primera vez en julio de 1943 como "Órgano oficial de la Escuela Superior de Agronomía de la Universidad Autónoma de Cochabamba" - que luego sería la Facultad de Agronomía. Fue fundada y dirigida por el prestigioso Ing. Agr. Walter Cevallos Tovar, quién también la dirigió en su segundo número en julio de 1944. El tercer número apareció en junio de 1945 siendo su nuevo director el Ing. Agr. Carlos De la Torre. En los siguientes años, la revista sufre el primer paréntesis en su publicación; pero reaparece con su No. 4 en noviembre de 1948 bajo la dirección del Ing. Agr. Jorge Espinoza. A partir del No. 5, que circula en marzo de 1949, el Dr. Martín Cárdenas, que aparece como uno de los colaboradores más importantes desde el primer número, se hace cargo de la dirección de la revista. Durante 1950 se produce un nuevo receso. Sin embargo, reanuda su publicación con el No. 6 en marzo de 1951 para continuar un período más o menos regular ya que el No. 7 se publica en octubre de 1952, el No. 8 en agosto de 1953 y el No. 9 en diciembre del mismo año. A esta altura de la vida editorial de la revista se abre un paréntesis de cuatro años ya que, recién, en febrero de 1958 circula el No. 10. Posteriormente sufre un prolongado receso de 10 años, después de los cuales vuelve a la circulación con su No. 11 en abril de 1968; siempre bajo la dirección del Dr. Martín Cárdenas. Ese No. 11 constituye el último número de esa primera época de la REVISTA DE AGRICULTURA. De 1968 al presente 1985 hay un largo silencio editorial de 17 años más debido a problemas de orden económico e institucional que le tocó vivir a la Facultad y a la UMSS. Pese al silencio, los agrónomos han continuado trabajando, generando técnicas y conocimientos lo que mantuvo vivo y latente el deseo de comunicar esas experiencias al resto de la comunidad agronómica, a la espera de una oportunidad para concretarla. Hoy esa oportunidad se presenta, mayormente, gracias a la colaboración desinteresada de Empresas y Firmas Comerciales de prestigio a quienes quedamos profundamente agradecidos. Desde 1943 a la fecha la revista tiene 42 altos de vida aunque no de publicación regular; considerando un volumen a todos los números aparecidos en un mismo afeo, este ejemplar corresponde al Volumen XI; y por numeración correlativa estamos con el No. 12. Transcurridos 42 altos de aquel primer número, hoy volvemos a la circulación. Es otra época, otros recursos, otras técnicas, otra realidad pero será el mismo espíritu, el mismo impulso la misma voluntad. Por ello, hoy, no prologamos esta edición; más bien traemos al recuerdo el prólogo del primer número ya que en el vemos, todavía, vigentes algunos conceptos en los que debemos pensar los agrónomos. El Editor Revista de Agricultura
Órgano oficial de la Escuela Superior de Agronomía Fundador y Director: Walter Cevallos Tovar Amén de llenar una forma casi consagrada por la costumbre, cual es la de presentar una publicación bibliográfica precedida de algún exordio, cabe en el presente caso no sólo la satisfacción producida por la vida de una nueva revista de cultura y de ciencia, sino también el realce que esta nueva publicación adquiere al provenir de una sería e Ilustre Universidad boliviana. En efecto, es la Escuela o Facultad de Agronomía de la Universidad "Simón Bolívar" de Cochabamba, que comienza con este número la edición de estudios, Investigaciones, planes, exposición de experiencias y de cuanto signifique disciplina agraria en su rol acción científica y de aplicación. La publicación de una revista de tal índole constituye un magnífico alarde de espíritu y de razón práctica. os problemas de la tierra, la sed de los suelos, el abastecimiento de mercados con productos propios a base de precios sociales y no de lucro, el romper la tierra, en fin, para sembrar y para comer, en cualquier tiempo y país, serán siempre la atención prima del Estado y el estímulo de la Investigación científica. Es así, cómo corresponde a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Cochabamba, el mérito de abrir más aún las puertas de la investigación y dedicación agrícolas con la publicación de la revista a cuya iniciación asistimos. Son acaso la geografía, los agentes naturales y la tradición del granero de Bolivia, quiénes se concitan para empujar a esta parte del territorio a constituirse en la vanguardia, entre otros aspectos, de los estudios de la agricultura y de su consiguiente tecnologización. Trascendental es este estudio, pues resulta tanto mas importantes la dedicación al trabajo de la tierra reproducible, cuanto menos lo es al de la tierra irreproductible. Agro versus mina. Suelo fecundo, prolífico, con abonos y técnica. Subsuelo una vez explotado, jamás reproductible. Mientras que el trabajo agrícola hace hinchar óptimos los surcos más y mas cada año, el trabajo minero deja en sus socavones inmensas e inservibles tumbas vacías. El hombre de la tierra goza sus productos y vive de la tierra. El hombre de la mina no goza sus productos que se van al extranjero y muere de la mina. Muchas y muy hondas consideraciones derivan de la importancia cada vez mayor de la agricultura. Su rol social y económico se relieva en países en que como el nuestro, el suelo es rico y el pueblo es pobre. De ahí que la revista agrícola de la Universidad, palabra oficial de ella, venga a ocupar sitio de preferencia. Dentro de las repercusiones de la guerra actual le ha correspondido a Bolivia su parte, la cual vista desde el punto de vista que tratamos, y entre otros, nos ha hecho conocer por boca de técnicos oficiales norteamericanos que vinieron a observar nuestra capacidad económica, una información en la que la agricultura aparece como principal y perentoria necesidad. La profunda y cruda información del juez Magruder, recalca la desnutrición del pueblo boliviano. Juzgamos acendradamente, patrióticamente, que hay que golpear los oídos del estado, exigiendo atención al problema de la agricultura, que hasta hoy es descuidado en Bolivia. Walter Cevallos Tovar |