Un viaje botánico por el distrito petrolífero de Bolivia

Cárdenas M.

 

Durante los últimos días de Febrero y los primeros de Marzo de 1951, realizamos un viaje de estudio botánico por las vecindades de los Yacimientos Petrolíferos de Bolivia, en compañía del Prof. Andrés Uzeda y el Sr. Angel Salazar, docente de Botánica y estudiante respectivamente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de esta ciudad. Nuestro objeto especial en el curso de este viaje, fue el de observar la distribución geográfica de las especies de Cactaceae del sud este de la República además de coleccionar por supuesto, la flora general de la región. Parte de esta zona ya fue visitada por Hugo Algernon Weddell en 1845, cuando se dirigía de Santa Cruz a Chuquisaca para proseguir luego a los centros de producción de quina en Bolivia, haciendo una colección de lo más saliente de la vegetación que encontró a su paso; y en una extensión mucho mayor, a fines de 1910, por el Dr. Theodor Herzog cuando hacía su itinerario botánico de Yacuiba a Santa Cruz. En esta oportunidad, hacemos. público nuestro agradecimiento al Sr. Ingeniero G. Mariaca, gerente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, por habernos hecho proporcionar alojamiento en el Campamento Central de Camiri y movilidad para nuestros viajes a través de esa amplia zona cordillerana, petrolífera. Establecimos nuestro centro de partida en Camiri y desde aquí, realizamos un viaje de una semana cubriendo el itinerario que en detalle exponemos a continuación.

De Camiri a Lagunillas

El Campamento de Yacimientos en Camiri, es amplio y cuenta con extensos campos de vegetación silvestre o espontánea, que hacen las veces de parques o espacios verdes distribuidos entre los edificios donde están las oficinas y las viviendas de los empleados. El campamento cuenta todavía con una granja agrícola donde se cultiva hortalizas y frutales para el consumo de la población que lo habita. Nosotros estamos alojados en la Casa de Huéspedes del Campamento que queda bastante adentro de la puerta de ingreso. y así ya podemos herborizar entonces aun a las puertas de nuestro alojamiento. En efecto, a un lado de la Casa de Huéspedes, tenemos un hermoso ejemplar de "Soto" Schinopsis lorentzii, (Gris.) Engl. y frente a nosotros en medio del parque infantil, otro esbelto árbol de "Mistol" Zizyphus mistol Griseb. Aun antes de partir para Lagunillas, hemos herborizado en Camiri y sus alrededores. En el parque principal de la población, se destacan dos árboles: el «Molle» Schinus molle L. var. areira D. C., que se distingue del «Molle» común por sus ramas más largas y sus hojuelas más angostas y el "Sotillo" Ptegrogine nitens Tul., que en esta época está con frutos. De Camiri, nos dirigimos en un corto paseo hacia a la colina baja más próxima que lleva en su cima, una cruz y en el trayecto, encontramos Calliandra filipes Benth, de hermosas flores blancas, Sida acuta Burm, de hojas glabras y flores pequeñas, Oxalis barrelieri L., Croton andinus Muell. Arg. de hojas muy angostas y una "Chirimoya" arbustiva baja, de frutos pequeños de color anaranjado, muy tuberculados, comestibles, de sabor agradable y que corresponde a la especie Anona nutans (Fries) Fries (Figura 1). Ragonese y Martínez Crovetto en su folleto "Plantas Indígenas de la Argentina" con frutos o semillas comestibles dicen que esta especie de "Chirimoya", llamada en la Argentina y el sud de Bolivia, "Araticu", sería comestible al atenerse al testimonio de Chodat y Hassler. Nosotros hemos saboreado algunos de estos "Araticus". que por lo general ya están llenos de larvas de insectos que posiblemente nacen de huevos colocados en las flores.

Figura 1. "Araticu" (Anona nutans (Fries) Fries). Vecindades de Camiri y Lagunillas. X 0.3.

Al otro lado de la colina, encontramos muchos ejemplares de "Sotillo" y dos Opuntias a las que nos referiremos después. De regreso al pueblo de Camiri, tomamos el camino que va a Villa Montes y en el trayecto de este, encontramos: Lantana aristata var. Cabrerae Moldenke, Chaptalia nutans (L.) Polak, Sida sordifolia L., de hojas muy pubescentes y flores pequeñas amarillas, un pequeño "Arivivi" o ají diminuto Capsicum microcarpum DC., la enredadera tan común en los sitios húmedos Cissarnpelos pareira L., la diminuta Passiflora suberosa L. de hojas trilobadas y flores blancas, la Gramínea de espigas delgadas Leptochloa dominguensis (Jacq.) Trin., la pequeña Acalypha communis Muell. Arg., de hojas redondeadas y pubescentes, muy frecuente en el Chaco, la Convolvulaceae de hojas palmeadas e hirsutas Merremia dissecta (Jacq). Hall., la enredadera Urvillea filipes Radik y el hermoso helecho de frondas palmeadas de color verde oscuro Doryopteris concolor L. & F.

Para viajar a Lagunillas, nos dirigimos hacia a Choreti donde debemos cruzar el Río Parapetí por el hermoso puente colgante que existe desde la época de la Guerra del Chaco. Va al otro lado del río y cruzando una parte llana de suelo arenoso, encontramos dos arbustos: Lycium morongii Britton de flores blancas muy pequeñas y Solanum argentinum Bitter et Lillo var. chronotrichus Bitter, que es la especie más común y abundante en los llanos chaqueños. Todavía viajando por el llano, tenemos a la vista unos arbustos totalmente cubiertos de enormes racimos de flores amarillas, que constituyen el elemento florístico dominante en una extensión considerable del territorio chaqueño y de la especie, Cassia spectabilis DC., llamada con mucha razón "Ramo".

En medio trayecto a Lagunillas, pasamos por la pequeña población de Ipatí situada todavía en la llanura y luego entramos a una zona quebrada con suelo de asperones de color claro, donde en las partes húmedas de las grietas rocosas, recolectamos las siguientes especies: Begonia micranthera Griseb., de flores de color rojo escarlata, Collaea rugosa Benth., una Leguminosae postrada, de hojas trifoliadas y flores púrpuras, el "Maní" silvestre Arachis villosa Benth., la enredadera postrada Passiflora foetida var. gossypifolia (Desv.) Mast., Turnera ulmifolia L., hierba muy común de flores amarillas y Sebastiania hispida (Mart.) Pax.

En Lagunillas ya estuvimos recolectando plantas en 1934, siéndonos familiares entonces, muchas especies de los alrededores de esta población.

De Lagunillas a Río Grande

La población de Lagunillas, se encuentra al pie de la Serranía de Incahuasi y a mayor altura que Camiri. De Camiri situado a 890 msnm, se desciende un poco para llegar a Choreti que está a los 870 m, se sigue bajando algo más hacia a Ipatí y luego se asciende sobre Lagunillas, cuya altura es de 1 000 m,

Al salir de Lagunillas en dirección a Gutiérrez y Río Grande, hemos encontrado un camino carretero recién reparado y por tanto bueno, que nos permite recorrer más de 50 km, por hora. De ordinario, los caminos en estas regiones son muy malos y lo que es peor desprovistos de todo auxilio para los vehículos motorizados. En las afueras mismas de Lagunillas y todavía sobre las colinas bajas de asperón, encontramos la hermosa Bromeliaceae Puya olivacea Witt (Figura 2), que la recolectamos por primera vez desde que el Prof. Herzog, descubriera el tipo en las proximidades de Charagua en 1910. Después de guardar esta especie en nuestra prensa de herborizar, seguimos sin detenernos hasta Gutiérrez, pequeña población de tránsito, situada a los 990 msnm, Este camino de Camiri a Río Grande por Gutiérrez, es muy frecuentado por los carros que llevan gasolina a Santa Cruz. Sobre los barrancos del camino, crece en estas zonas, como especie dominante, Parthenium glomeratum Rollins. De Gutiérrez seguimos bajando y bordeando un bosque bastante denso, hasta que llegamos a Río Grande, situado a solo 550 m, de altura. La población de Río Grande, no tiene más de dos calles, es un lugar de tránsito para los transportistas entre Camiri y Santa Cruz. Se encuentra sobre una gran altura en relación a la playa del Río Grande o Guapay, que en esta parte, es muy extensa. Estamos a fines de Febrero. y los carros gasolineros, no pasan directamente el río, sino sobre chalanas especiales. El paso de los carros en chalanas, demora muchas horas. La población de Río Grande, es pintoresca por su posición alta. Sus casas tienen patios grandes en los que casi no falta el árbol que recibe el nombre vernacular de "Cala" y que corresponde a otra de las especies descubiertas por el Dr. Herzog en 1910, la Diplokeleba Herzoggii Radlk. Es un árbol alto de hermosa copa. En medio de los matorrales bajos situados sobre los barrancos mismos del río, encontramos otra "Chirimoya" de frutos pequeños, la Rollinia Hassleriana Rob. E. Fries.

Figura 2. Puya olivaceae Wit. Afueras de Lagunillas X 0.07.

De Río Grande a Charagua

De Río Grande regresamos por el mismo camino recorrido después de Gutiérrez hasta llegar a El Espino de donde sale el ramal para Charagua, en ese tiempo, poco frecuentado e infestado de bárbaros. En el pequeño hotel de aquí, nos informan que días antes, los salvajes atacaron un camión de pasajeros perteneciente al personal de exploración y estudio de la Comisión Mixta Argentina-Boliviana, que está construyendo el ferrocarril que debe unir Yacuiba con Santa Cruz. La primera parte del camino, desde El Espino hacia Guariri, estaba muy fangosa y cubierta por la maraña del bosque aledaño, ya que por aquí, no hubo tránsito alguno de vehículos por algún tiempo. Este camino como hemos dicho antes, es muy desierto y al recortarlo hacia a Charagua en una extensión de más de 100 km, no encontramos si no dos haciendas: Guariri y Laguna Hedionda. Esta última, situada al borde de una laguna o pantano de agua fétida es muy palúdica.

En el trayecto de El Espino a Laguna Hedionda, sobresalían del bosque que bordea el camino, las siguientes especies: una Caesalpiniaceae de flores amarillas, Cassia chloroclada Harms, una Commelinaceae de tallos de cerca de 2 m, de alto y flores lilacinas, Dichorisandra hexandra Aubl. Standl., la Verbenaceae aromática de flores dispuestas en largas espigas, Aloisia virgata (R.& P.) A. L. Juss., la Nyctaginaceae de flores amarillas, Reichenbachia hirsuta Spreng., que se extiende también por el sud del Brasil y el Paraguay, luego la Martyniaceae de flores hermosas, de color crema púrpura, forma curiosa y frutos del , aspecto del pico de loro, Graniolaria integrifolia Cham, y la Acanthaceae de flores blancas que sobresalen de la maraña verde uniforme y monótona del matorral que bordea el camino, Beloperone amherstiae Nees.

De Laguna Hedionda a Charagua, la vegetación dominante, es la chaqueña típica. Charagua está al pie de la Serranía del mismo nombre y a la altura de 850 m, En los alrededores de esta población, encontramos junto a los campos de cultivo, los vistosos árboles de "Bororó" de enormes. hojas de color verde oscuro Cocoloba tiliacea Lindau, luego algunos "Cedros" Cedrela fissilis Veil, y el curioso arbusto espinoso "Chorinumí" Castela coccinea Griseb. En la vegetación herbácea de los campos desmontados, abundan la Malvaceae de flores de color asalmonado Sphaeralcea bonariensis (Cav.) Griseb., la Salvia rectinervis Briq, de flores azules y la Ruellia graecizans Backer, de flores rojas en forma de dedal. En Charagua, debíamos buscar las Anacardiaceae nuevas que coleccionó Herzog en 1910, por encargo del Dr. Barkley del Instituto "Lillo" que está revisando este grupo de plantas, correspondiente a la América austral. Dentro del pueblo mismo de Charagua, encontramos el "Arandaibuso", que posiblemente es el Loxopterygium Grisebachii Hieron., aunque en la enumeración de las plantas de esta parte de Bolivia, publicada por el Prof. Herzog, el "Arandaibuso" del Parapeti o de Charagua figura como especie afín de L. Huasango Spruce. En los "montes" serófilos de los alrededores de Charagua, era muy abundante, el "Soto colorado" o Schinopsis Lorentzzi (Griseb.) Engl. El "Sotonegro" o Schinopsis cornuta Loes., que descubrió Herzog en1910, al sud de Charagua y cerca al Parapetí, no pudo ser hallado por nosotros en nuestro corto recorrido hacia el oeste del pueblo y tampoco nos aproximamos al río Parapetí porque teníamos planeado llegar a él por la otra banda, viniendo después de regresar a Camiri, por Boyuibe. Infelizmente este viaje no pudimos realizarlo porque de improviso llovió copiosamente durante tres días y quedó interrumpido el camino de Camiri a Boyuibe por Cuevo.

De Charagua a Lagunillas por Ipatí

Para salir de Charagua al camino troncal que va de Camiri a Lagunillas y Río Grande, hay que seguir la quebrada de Agua Caliente, abierta en la Serranía de Charagua. Esta primera parte de la salida de Charagua, es muy accidentada porque sirve de camino para vehículos motorizados, el lecho mismo del río que baja a Charagua por la quebrada, entre enormes moles de piedra. El panorama de esta quebrada de agua caliente, es precioso por la variedad de especies vegetales que se suceden a medida que se asciende. La topografía del camino, hace aquí, muy incómodo todo trabajo de herborización. A los bordes de la quebrada, se distinguen por sus grandes hojas de envés ceniciento, unos árboles medianos que corresponden a la especie Miconia rnolybdaea Naud. Dentro de la quebrada misma y con sus flores de un hermoso color anaranjado emergiendo de un follaje blanco ceniciento, se destaca el arbusto Buddleia anchoensis Kuntze (= B. Urbaniana Kranzl). Las partes húmedas de las grietas rocosas, están cubiertas de. la gramínea Chloris distichophylla Lag. Enredada a los matorrales de la quebrada, aparece también con sus llamativas flores rojizas, la Bomarea tarmensis Kranzl. Ya fuera de la quebrada y tomando las faldas del otro flanco de la Serranía de Charagua y las pendientes orientales de la Serranía siguiente que es la de Caipipendi, llaman nuestra atención, la Luhea Fiebrigii Burret, de grandes flores blancas, la Carica triplisecta Herzog, pequeña "Papaya" silvestre de hojas muy divididas, el "Tabaco" silvestre arbóreo Nicotiana otophora Griseb.(= N. Friesii) U. Dammer), que desde el norte de la Argentina donde se llama "Sacha tabaco", se extiende hasta la Provincia de Valle grande de nuestro departamento de Santa Cruz, un arbusto pequeño con bracteas blanco verdosas, Bougainvilláe stipitata Griseb. y la otra especie de "Arandaibuso" o Loxopterygium brachypterum Loes. cuyo tipo coleccionó Herzog en Diciembre de 1910 en la Serranía de Caipipendi. Nuestro ejemplar de esta especie, fue tomado al comenzar la subida hacia a las lomas cubiertas de pasto de Caipipendi, que se extienden a la derecha del camino carretero.

Llegamos después de subir la cuesta de Caipipendi a un rancherío de indios chiriguanos que se llama propiamente Caipipendi (Figura 3) y que durante la Guerra del Chaco, fue una importante comunidad de indios ganaderos.

Figura 3. Caipipendi - Población de Indios Chiriguanos.

Los actuales Chiriguanos de esta región, son agricultores, que cultivan principalmente el maíz en dos variedades: el "Abati-tamtabé ó maíz blanco y el "Abatibá" ó maíz amarillo. Estos indios, son muy afectos a la chicha del maíz o "Cahui": Cuando nosotros pasamos por aquí, no tenían ellos nada para vender, sino los sombreros Chiriguanos de palma, trenzados muy toscamente. Pasando por estos dominios de indios Chiriguanos continuamos en dirección oeste y tomamos el camino principal Camiri-Río Grande a la altura de Ipatí y de aquí nos dirigimos nuevamente a Lagunillas para pasar la noche allí y salir al siguiente día para Muyu Pampa, cruzando la cuesta del Incahuasi. Al salir en la mañana de Lagunillas, nos dirigimos hacia el pie del paso mencionado a pesar de que nos informaron en el pueblo que el camino no estaba expedito debido a las últimas lluvias copiosas y que recién ese mismo día se había encaminado allí una reducida brigada caminera para iniciar los trabajos de reparación. De Lagunillas hacia el pie del Incahuasi, vamos por una región llana donde están ubicadas algunas haciendas y al borde del camino, encontramos árboles de la especie Fagara hiemalis (St. Hil.) Engl., que no vimos en Charagua ni Lagunillas. Vencida la llanura arenosa, comenzamos a subir el Incahuasi, entrando en una hermosa quebrada húmeda (Figura 4), llena de flores de los más diversos colores y encerrada entre dos altas paredes rocosas de proyección casi vertical sobre el suelo. En esta quebrada, llaman la atención en primer término, las Begonias, entre las que reconocemos las siguientes especies: Begonia boliviensis A. DC., de enormes flores rojas, B. macrantha Griseb., de flores de color salmón y también grandes y B. Weddelliana A. DC., de hojas muy delgadas. Al contemplar esta última planta, nos acordamos que posiblemente desde 1845, en más de cien años no ha pasado ningún botánico por estos lugares, después de que en ese año, cruzara esta quebrada el intrépido explorador botánico Hugo Algernon Weddell de paso a Chuquisaca, en una época en que aún no se conocía el automóvil. Junto a las Begonias, encontramos todavía la Papilionaceae de hojas pequeñas y flores amarillas Nissola fruticosa Jacq. y sobre las rocas húmedas cubiertas de musgo, la especie Oxalis eriolepis Wedd. Algo que llama nuestra atención en la vegetación de esta interesante quebrada, es„ la presencia de la especie Passiflora rubra L., que se encuentra a alturas medias de 1 500 m, en las Indias Occidentales, Colombia, Perú, Bolivia y sud del Brasil. Sus frutos son elípticos del tamaño del huevo de una paloma y de un hermoso color crema teñido de rojo difuso en las líneas de sutura carpelar. Por lo demás, abundan en las partes altas de esta quebrada, las Bromeliaceae y algunas Cactaceae, que, infelizmente no están en flor en esta época.

Figura 4. Quebrada de Incahuasi.

Al aproximarnos a la cumbre después de haber franqueado algunos malos pasos, nos encontramos con los camineros de la Dirección de Vialidad que están tratando de limpiar unos derrumbes extensos que han obstruido la vía a Muyupampa y así constatamos muy contrariados, que nuestro intento de llegar ese día a. Muyupampa, situada al otro lado del Incahuasi, se ha frustrado y sólo Dios sabe hasta cuando. Regresamos al cruce del camino Lagunillas-Camiri y al atardecer estamos nuevamente en Ipatí y luego al caer la noche en Camiri.

Nuestro próximo objetivo botánico, era el , trayecto de Camiri a Cuevo y de aquí a Boyuibe para luego seguir en autocarril a Villa Montes, utilizando la línea recién enrielada hasta Boyuibe que acababa de construir la Comisión Mixta Argentina-Boliviana. Por los datos vagos que teníamos, Boyuibe debía ser una localidad muy interesante desde el punto de vista del estudio de los cactus. Un período brusco de tres días de lluvia intensa, inundó una parte del Campamento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y derrumbó el camino a Cuevo en una extensión de 10 km y de esta manera dimos por terminado nuestro viaje botánico por el Distrito Petrolero de Bolivia, para luego volver en avión a Cochabamba, nuestro punto de partida.

Cactáceas observadas durante el viaje

Como hemos indicado al comienzo de esta relación, el objeto principal de nuestro viaje a la zona Petrolera de Camiri y sus vecindades, fue el estudio de la flora cactológica, sobre la que teníamos apenas una idea vaga a través de algunas pocas colecciones, procedentes de la región, que nos trajo el Sr. Aníbal Corro en 1949.

Al entrar a Camiri por la carretera que conduce desde el aeropuerto situado en Choretí, vimos un Cereus, de 3-5 m, de alto con flores blancas grandes, frutos rojos elipsoides de 8-10 x 5-6 cm, de pulpa blanca, que identificamos como Cereus dayamit Speg. En este mismo trayecto, luego en los alrededores de Camiri y por todos los bordes del camino entre Camiri y Río Grande y Río Grande a Charagua, encontramos masas achaparradas de Cleistocactus Baumannii. Lemaire, que sigue todavía más al norte, alcanzando su límite septentrional posiblemente en Santa Cruz, ciudad donde forma bosquecitos espinosos encima del tejado de las casas. Al aproximarnos a Lagunillas y al coleccionar plantas sobre las rocas de arenisca situadas al borde del camino, notamos la presencia de dos cactus esferoidales: un Echinopsis de flor blanca y un Gymnocalycium, sobre cuya identidad aun no tenemos nada definido. La especie de Gymnocalycium, ya fué mencionada y hasta descrita como un taxón incierto por Rose y Britton en su conocida monografía sobre un ejemplar coleccionado precisamente en Lagunillas por P. L. Porte en julio de 1920. Los anteriores autores relacionan la especie de Lagunillas, con G. saglione(Cels) Br. & R. Sobre este particular, debemos decir que al sud de Bolivia, hemos encontrado varios Gymnocalycium, como este de Lagunillas, otro de Eytí, entre Ipatí y Charagua, otro del camino Cochabamba-Santa Cruz y otro que aparece desde Palos Blancos hasta el Angosto de Villa Montes y que debe ser el Gymnocalycium Pflanzü (Vaupel), todos ellos relacionados con G. saglione (Ceis) Br. & R. Hemos visto ejemplares típicos de esta especie, en una gran extensión del Norte Argentino en 1948 y consideramos que la ilustración que aparece en la obra "The Cactaceae" de Britton y Rose, Vol. 3; Lamina XVII, no representa a las formas corrientes, de la especie argentina, que son de cuerpo mucho mayor, más deprimido en el vértice y por consiguiente con mayor número de costillas. La especie de Eytí, se diferencia de G. caglione (Cels) Br. & R., por el número muy reducido de sus espinas y el color de la flor, siendo claramente una especie nueva, que la describiremos en otro artículo. En el trayecto de Lagunillas a Río Grande y de El Espino a Charagua, existen dos especies de Cereus, que se diferencian a primera vista por el tamaño y color de sus frutos. Uno de ellos es de porte arbóreo, de 5-7 m, de alto, tiene frutos elípticos, de 8-10 cm, de largo, rojo cárdenos por fuera, con una pulpa púrpura magenta y semillas medianas arriñonadas con numerosas depresiones en la superficie. El otro, es también de aspecto arbóreo, de la misma talla, pero con frutos globosos, sólo de 5-6 cm, de largo, de cáscara rosa-salmón, pulpa púrpura magenta y con semillas medianas de forma arriñonada con uno de los extremos más ancho y largo que el otro.-En un artículo que publicamos en la Revista Holandesa "Succulenta", Nos. 3 y 4 de 1951, describiendo dos especies nuevas de Cereus, una del Perú y otra de Bolivia, decíamos que el Género Cereus, ampliamente representado en ambos hemisferios, requería una revisión. Ya en ese entonces afirmábamos que en lo que se refiere a las especies bolivianas por lo menos, habíamos observado que las de los Andes Occidentales tenían semillas relativamente pequeñas, claramente arriñonadas, no brillantes y de superficie muy punteada y que las de los llanos orientales, con frutos casi siempre de pulpa blanca, poseían semillas mayores en tamaño, brillantes, de superficie poco punteada y con el extremo inferior ancho y largo. Ahora bien, la especie que hemos citado más arriba como existente en el trayecto de Choretí a Camiri y que la hemos determinado provisionalmente como C. dayamii Speg., parece ocupar una posición intermedia entre las de los Andes Occidentales y las de los llanos del Oriente, por la morfología de sus semillas, mientras que las otras dos especies arbóreas encontradas en el trayecto de Lagunillas a Río Grande y de El Espino a Charagua, tienen semillas idénticas a las de las especies de los Andes Occidentales como Cereus Hankeanus Weber del norte de Argentina y sud y centro de Bolivia y C. huilunchu Cárdenas, del centro de Bolivia.

Al salir de Lagunillas en dirección a Río Grande, encontramos sobre las colinas próximas de arenisca, bosquecillos de Castellanosia caineana Cárdenas, que aquí recibe el nombre vernacular de "Macororó" y que volverá a aparecer en la cuesta de Caipipendi a la altura de unos 1 200 m, luego en Saipina a 1 600 m , después en su localidad de tipo de Río Caine (Jatum Pampa) a 2 100 m, y finalmente cerca de Villamontes, al norte de la Argentina a 500 m, Esta especie, que seguramente existe también en la Argentina, tiene, pues, una distribución geográfica muy amplia.

A poca distancia de Gutiérrez, en el trayecto a Río Grande, estaban en flor y sobre los barrancos del camino carretero, unos bonitos ejemplares de Echinopsis, que provisionalmente los consideramos de la especie Silvestrii Speg, aunque tenían las costillas más anchas, la distancia inter areolar, mayor y las espinas más grandes. En el norte Argentino, existen tres especies de Echinopsis, de flores blancas, que son similares y que necesitan una revisión. Tales especies, son: Echinopsis oxygona (Link) Zuccarini. E. tubiflora (Pfeiffer) Zuccarini y E. Silvestrii Speg.

Al descender al lecho del Río Grande del lado de Camiri y ver el paso de una chalana por un vado del río con carga traída por camiones de Santa Cruz, nos encontramos con una Opuntia, arbórea de tronco hasta de 2 m, de alto, paletas raquetiformes y flores anaranjadas, que la tomamos por Opuntia quimilo Schumann, de amplia distribución en el norte Argentino. Posteriormente, hemos visto esta especie argentina en otras localidades más de Bolivia como Teja Huasi, hacienda situada a orillas del Río Chico en el trayecto de Sucre a Cochabamba, a una altura de 1 950 m, y Mizque, capital de la provincia del mismo nombre en el Departamento de Cochabamba, a una altura de 2000 m,

En el trayecto de el Espino a Charagua, observamos apreciables formaciones de cactus en las que se destacan dos Cereus arbóreos a los que nos hemos referido ya líneas arriba, luego una especie achaparrada y semi erecta de frutos esferoidales, rojos y tuberculados, que es Harrisia pomanensis (Weber) Br. & R., típica de la flora xerófila chaqueña distribuida ampliamente desde el noroeste Argentino hasta la altura de Santa Cruz, al norte en Bolivia y finalmente otro cactu cilíndrico de talla mediana, con flores blancas, nocturnas, frutos globosos de 6-7 cm, de longitud y pulpa blanca, comestible, que es Monvillea Cavendishii (Monville) Br. & R., también característico de las orillas del monte» espinoso del Chaco.

En los campos vecinos a la casa de hacienda de Laguna Hedionda situada entre Guariri y Charagua vimos dos especies que son frecuentes en el bosque bajo, enmarañado y espinoso del sud de Bolivia y norte de Argentina, pero que no aparecen en Charagua, para presentarse después ya en formaciones continuas de Boyuibe hacia el sud. Son estas: Quiabentia Pflanzii (Vaupel), cactu arbóreo, esbelto con hojas carnosas, llamado vernacularmente "Oreja de zorro" y Stetsonia coryne (Saim-Dyck) Br. & R.

Al ingresar a la Quebrada de Incahuasi, vimos todavía algunas Cactaceae más. Desde luego una cilíndrica, colgando de las rocas húmedas musgosas con espinas muy finas y apenas punzantes, que parecían corresponder a Cleistocactus Brookei Cárdenas, antes conocido solo del Pozo Petrolífero No. 3 de Camiri y de alguna parte situada entre Zudañez y el Incahuasi. Desgraciadamente la falta de flores o frutos, no nos permitió identificar estas plantas. Ya al ascender la cuesta misma del Incahuasi, vimos también colgando de las rocas pendientes sobre el camino, un Acanthorhipsalis con las ramas de tres costillas y frutitos de color rosa magenta. Esta planta, la hemos descrito últimamente en la revista a Cactus de Francia, No. 34, 1952 con el nombre de Acanthorhipsalis incahuasina Cárdenas.

Cuando paseábamos en las vecindades del Pozo No. 3, el Ingeniero Donoso de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos, nos muestra un cactu con tallos cilíndricos, costillas obtusas y un fruto rojo algo cónico y estriado sobre unas pendientes rocosas muy húmedas. No hemos podido determinar el género de este nuevo hallazgo, que al principio nos hizo pensar en una Monvillea y después en nada porque el único fruto que encontramos es tuberculado.

Ya en Camiri, mientras esperamos al avión que debe llevarnos de retorno a Cochabamba, seguimos examinando las Cactaceae de los alrededores. Al cruzar la colina situada al norte, con una cruz en la cumbre y sobre una depresión del otro lado, encontramos nuevamente un ejemplar de Opuntia qulmilo Schumann y otra Opuntia, que nos recuerda a O. sulphurea G. Don., pero que después de un más detenido examen nos parece una nueva especie por sus frutos completamente diferentes a los de aquella especie de una vastísima distribución en la América del sud.

En Choretí, asiento del aeropuerto de Camiri, hemos visto una otra Opuntia, de grandes artículos raquetiformes, sin flores en esta época y con unos frutos piriformes de cáscara amarilla y del tamaño medio de las "tunas" de comer. No sabemos en este caso, si se trata de una forma cultivada de Opuntia ficus indica (Linnaeus) Miller o de la especie argentina Opuntía cordobensis Speg. La descripción que da Spegazzini de fruto de la especie de Córdoba, La Rioja, Catamarca y San Juan, no es muy clara, pues dice: "fructu turbinato intus extuque pallide flavo plus minusve irregulariter roseo-tinctu saepius seminibus destituto". Conocemos ejemplares de O. cordobensis Speg. de Sa.ta con los frutos completamente púrpura magentas y la planta que hemos visto en Choretí, no tenía frutos amarillos con tinte róseo ni menos de color púrpura magenta uniforme, sino más bien, del todo amarillo anaranjado.

Cochabamba, junio de 1953