Polilla de la papa (Gnorimoschema operculella, Zeller)

Terrazas L.

 
La polilla de la papa denominada en quichua "pilipintu" pertenece a la familia ecofóridos, orden mariposas.

Descripción.- La larva al llegar al crecimiento máximo alcanza a tener doce milímetros de largo, de color blanco con un ligero matiz rosado, particularmente en el dorso; la cabeza pardo intenso.

Desarrollo.- La puesta de los, huevos la efectúa la; hembra en las hojas, tallos y tubérculos, al iniciarse la, primavera; las larvitas recién nacidas, apenas de un milímetro de largo, color blanquecino grisáceo, al poco tiempo penetran en los tejidos de las hojas, y van cavando galerías en todas direcciones, a veces salen al exterior para volver a penetrar en otro lugar; después de la segunda muda las larvitas cambian de tono, pues pasan al blanco de marfil; en esta segunda muda suelen pasar a los pecíolos y al tallo con: lo cual causan varios perjuicios en la planta, a veces, también se entierran en busca, de los tubérculos que, a su vez, son perforados.

Al respecto vamos a hacer notar, lo siguiente: La enfermedad de la papa llamada en el país "kepicha" es debida según nos dicen a ciertas larvas que viven en las hojas. El año pasado alarmó mucho a los agricultores del valle de Punata el hecho de encontrar orugas en el interior de los tallos. En ambos casos creemos que se trata de larvas de la indicada especie.

Cuando el huevo ha sido puesto en una rugosidad de la papa, la oruga vive en su primera edad en la superficie del tubérculo, escondiéndose en las depresiones de las yemas, pudiendo pasar de una a otra, pero transcurridos unos días teje un capullito de seda que deja abierto por la zona de alimentación, que es la que toca la piel de la papa, y por este punto comienza el ataque. Devora primero la piel, después pasa al interior abriendo una pequeña galería, en la que por el extremo abierto va arrojando los excrementos

La oruga adulta, suele buscar un refugio fuera de la papa donde crisálida; se han encontrado muchas crisálidas en el interior de los tubérculos, sobre todo si éstos a causa del ataque presentan grandes cavidades en la superficie, en las que, sin duda, encuentran un lugar a propósito para efectuar la transformación.

La larva, al completar su desarrollo, teje un capullito de seda al que une las deyecciones y cuantos detritos encuentra a su alcance para disimular su aspecto y confundirse con lo que le rodea. Los indios quichuas entonces le dan el nombre de "Kaspi kuru".

Plantas nutriticias.- Aparte de la papa, otras solanáceas también son atacadas, tanto las cultivadas cuanto las silvestres: el tabaco, el ají, la tomatera, el chamico, la karalagua.

Medios de defensa.- Destrucción de las solanáceas silvestres, debe hacerse en los huertos y regiones circunvecinas; destrucción igualmente de las plantas, atacadas; limpieza de los terrenos cultivados después de recogida la cosecha, por la quema, de todos los residuos de las plantas; corno cuidados culturales se aconseja las aporcaduras que cubran lo más, posible los tubérculos, y que la tierra donde se siembren sea muy suelta y exenta de terrones y fisuras para dificultar el paso de las larvas.

Por último, hemos visto que. tiene dos fases distintas, una en el campo y otra en los almacenes; hay por lo tanto que tratar en ambos lugares y procurar aislar uno de otro. Según estudios verificados por el entomólogo Dr. Wille, recomienda dicho profesional el control por pulverizaciones con una solución de 100 gramos de arseniato de plomo, 100 de cal y l0 litros de agua; es las aplicaciones se hacen cuando la planta está joven y se repiten dos veces con intervalo de. quince días. "

Para los tratamientos en almacén se usa el ácido sulfuroso quemando azufre dentro de los depósitos o graneros a razón de 30 gramos por metro cúbico de capacidad del granero. Se recomienda cuando se efectúe la cosecha no dejar en el terreno los tubérculos cosechados, pues en caso contrario la polilla, durante la noche, se posa sobre las papas deja huevos en los ojos o futuros brotes y al ser trasladados al granero, de dichos huevos, pasados unos días, salen las larvas que perforan las papas e inician su ciclo de vida.

El pequeño agricultor puede defender su almacén, cubriendo los tubérculos con una capa de arena o tierra arenosa de 10 centímetros de espesor, pues está demostrado que la polilla no la atraviesa y no puede depositar huevos en las papas.

Cochabamba, mayo de 1945.