El cultivo del algodonero en Bolivia

Instrucciones para su cultivo.
Un ensayo en el campo experimental de Las Cuadras

La Torre C. de

 

Esta valiosa planta industrial ha merecido muy poca atención de parte de nuestros agricultores, y el Ministerio de Agricultura tampoco ha efectuado, que sepamos, ninguna acción eficaz en pro de su cultivo.

La firma Said y Cía., concesionaria para la fabricación de tejidos de algodón, ha efectuado algunos ensayos que, al parecer, no tenían otra finalidad que la de demostrar la inadaptabilidad de dicho textil en nuestro territorio. Aparentemente esa conclusión prevista iba en resguardo de un juego muy conocido: otras especulaciones dejan un mejor margen de utilidad que aquél que habría proporcionado la materia prima obtenida en el país.

Creo que ha pasado esa etapa, que no debió existir, de excesiva confianza en organismos o empresas extranjeras que poco o nada hacen en beneficio del país que los cobija, o peor aún, no tienen reparo alguno en deprimir su economía.

Comprobado el hecho, o ante la sola sospecha de que este sea así, responde a un imperativo patriótico el procurar poner remedio a este orden de cosas, siquiera sea desde una situación desventajosa. Empero, lo hacemos abrigando la esperanza de hallar eco en las esferas del gobierno, cuyos organismos técnicos (Oficinas de Fomento Agrícola diseminadas en el país) podrían preparar el ambiente propicio a este cultivo. Abrigamos, por otra parte,. la seguridad de ser comprendidos por los agricultores, en auxilio de cuya economía procurarnos esta acción, pese a una ancestral resistencia a toda innovación.

El argumento más elemental en pro del cultivo del algodonero en Bolivia estriba en que pudiendo y debiendo tener una producción propia sobre la cual cimentar su industria textil, hoy somos tributarios del extranjero.

Para demostrar la sangría que por concepto de la importación de algodón soporta impasible el país, basta poner de manifiesto las siguientes cifras:

Importación de algodón 100.000 a 150.000 quintales, cuyo valor asciende aproximadamente a ciento sesenta millones de bolivianos.

Según datos que hemos podido recoger, esta importación no llega a cubrir el cincuenta por ciento de las necesidades del país; esto debe ser evidente ya que a diario constatamos el racionamiento a cupo de los tejidos de algodón.

Al tratar de inducir al agricultor a incorporar en sus rotaciones establecidas un cultivo más, no se le ha de persuadir desde el punto de vista agro-económico o más estrictamente agronómico, a diversificar sus cultivos.

Al terrateniente le interesará conocer un cuadro comparativo sobre el rendimiento de la hectárea de terreno en los diversos cultivos en nuestro medio.

He aquí unos cálculos aproximados como promedio:

Maíz Bs. 9.000

Trigo 8.000

Cebada 6.000

Alfalfa 15.000

Hortalizas 40.000

Fruticultura 30.000

Algodón 15.000

Estos cálculos son para las zonas o valles más próximos a la ciudad de Cochabamba.

El alejamiento del lugar de producción de los centros de consumo, la deficiencia de las vías de comunicación, en igualdad de condiciones de producción, aumentan el precio de costo y por tanto disminuyen el rendimiento-hectárea.

Para incorporar el cultivo de una planta a los ordinarios de una región, le interesa al agricultor conocer las condiciones de suelo, de clima, de régimen pluviométrico, etc. (condiciones ecológicas) exigidas por una planta, a fin de poder explotar la tierra en condiciones económicas óptimas.

Previas las consideraciones que quedan expuestas, pasemos a considerar las generalidades sobre el cultivo del algodonero con la sola advertencia de que incidiremos de preferencia sobre aquello que afecta particularmente a nuestro medio, ya que los demás detalles los podrá encontrar el interesado en cualquier tratado de agricultura especial o en monografías sobre el algodón.

Caracteres botánicos

Familia, Malváceas.

Género, Gossypium.

Especies: G. herbaceum; G. arboreum; G. barbadence; G. religiosum; etc.

Es planta anual o vivaz. La anual herbácea, propia de la zona templada; la perenne arbustiva, propia, de la zona tropical.

Describiremos la que para nuestro caso nos interesa más, que es la herbácea anual:

Tallo herbáceo de coloración rojiza en su parte inferior, verde en la parte superior, ligeramente tomentoso, que según las condiciones del medio alcanza una altura de 0.80 a 1.50m. y más. El conjunto afecta la forma piramidal.

Raíz pivotante, relativamente pequeña en relación con el tamaño de la planta.

Hojas palminervadas, tri o quinquelobuladas, con hendiduras poco profundas, largamente pecioladas.

Flores axilares de coloración amarillo-pálida, blanca o rosada; pedúnculos breves.

El fruto es en cápsula ovoidea con 3 a 5 divisiones dentro de las que se encuentran las semillas que están rodeadas de filamentos más o menos sedosos que constituyen el elemento textil.

Clima

El clima apropiado para esta planta, para un rendimiento económico óptimo, es el subtropical cálido, y el cálido franco, con heladas distantes o sea exento de heladas tardías en el momento de la germinación, en primavera, y también exento de heladas tempranas en la época de la maduración, en otoño.

La germinación de la semilla sólo se verifica a condición de tener una media de 16°. Entre la germinación y la floración se ha de contar con una temperatura de 16 a 20°. Entre la floración y la maduración hay que contar con una temperatura de 20 a 25°.

Es planta que requiere mucho aire y calor; la mínima inferior a 16° en la época de la maduración, es perjudicial.

El calor integral exigido por esta planta es de 3,200 a 3,600° que los debe cumplir en un lapso no mayor de 7 a 8 meses.

Suelo

Este debe ser suelto, con buen tenor humífero y muy permeable.

El subsuelo debe ser de la misma naturaleza, a fin de permitir la penetración de la. raíz pivotante profundizadora de esta planta.

Instrucciones para el cultivo

Labores preparatorias.- Una labor profunda de 25 a 30cm. y pasadas de grada de discos para dejar bien mullido el terreno; análoga a la preparación que se efectúa para el cultivo de la patata.

Para efectuar la siembra, siempre que las condiciones topográficas lo permitan, se formarán caballones distantes entre sí de 1.20 m, orientados de norte a sur.

A fin de lograr uniformidad en la germinación y nascencia de las tiernas plantitas, se recomienda remojar la semilla durante 24 a 36 horas.

La siembra en los caballones se efectúa a golpe, depositando más de dos semillas en la cara del caballón orientada hacia el naciente, teniendo el cuidado de recubrir la semilla con arena o tierra muy suelta, para evitar el encostrado y facilitar la salida de la tierna plantita, salida que se efectúa a los 8 o 10días de la siembra.

Esta es la fase más delicada en el cultivo del algodonero y el cuidado que en ella se ponga asegurará el éxito o decretará el correspondiente fracaso.

Para prevenir posibles fallas se aconseja hacer un pequeño almácigo en una esquina del terreno donde se efectúa la siembra, a fin de corregir aquellas, efectuando el trasplante con cepellón.

Cuidados culturales.- Cuando las plantas tengan de 4 a 5 hojas, se efectuará la primera carpida que procura mantener la humedad en el terreno.

Esta operación puede hacerse después de un primer riego o anticipándose a éste, según el estado del terreno, o de acuerdo a la mayor o menor uniformidad en la nascencia.

A los 20 o 30 días se efectúa la segunda carpida en la que se procede al arrancado de las plantas más débiles dejando solamente una o dos de las más robustas.

Transcurridos otros 30 días se efectúa el primer aporco, rodeando cada planta de una buena capa de tierra bien mullida.

A los cuatro meses, más o menos, de efectuada la siembra empiezan a presentarse los primeros botones florales. Este es el momento de efectuar el segundo aporco y el despunte, operación que consiste en suprimir las puntas de las ramas principales, a fin de provocar el mayor desarrollo lateral de las ramas secundarias.

Hasta este momento el desarrollo aéreo de la planta es muy lento y descorazonador. Esto es debido a que recién en esta oportunidad empieza el desarrollo radicular de orden secundario. El agricultor que por primera vez cultiva algodón cree tener un fracaso por desconocer el comportamiento natural de esta planta.

Riegos.- Hasta la aparición de los botones florales, éstos serán relativamente espaciados, cuando mucho dos.

Desde que la floración es franca hasta el momento de la maduración, o sea de la presentación de los primeros capullos de algodón, los riegos serán más frecuentes, tendientes a lograr la uniformidad en la maduración y una ligera saturación acuosa en el ambiente.

Entre los cuidados culturales los desyerbos ocupan un lugar importante y se efectúan a fondo, sobre todo, a partir del despunte.

La cosecha o recolección se efectuará a medida que vayan apareciendo los capullos, y el secado requiere una exposición al sol durante unos tres días que se efectúa en secaderos especiales que pueden ser superficies cubiertas de cemento o simplemente de cascajo menudo en terreno inclinado.

Resultados obtenidos en el campo experimental de Las Cuadras

En estos campos de experimentación hemos efectuado un ensayo de cultivo que, desde el punto de vista agronómico, constituye un éxito rotundo, ya que no obstante las condiciones desfavorables de suelo (arcilloso, impermeable), de clima y otros -factores adversos, habiendo efectuado la siembra el 24 de Septiembre, en estos momentos (18 de marzo) hay buen número de capullos a punto de eclosión, o sea que a los siete meses, a mediados de abril, tendremos los capullos reventados, salvo alguna helada que podría decretar el fracaso de la maduración completa.

La planta ha alcanzado poco desarrollo, 0.60 a 1m., pero presenta una lozanía excelente, habiendo sido la floración abundante. La semilla, que nos fue facilitada por el Banco Agrícola, corresponde a las variedades Stenoville y Delta 14.

Con el resultado obtenido en la Granja Experimental de Las Cuadras estamos muy lejos de aconsejar al agricultor de los valles altos el cultivo de esta planta industrial, pero sí lo hacemos a los terratenientes de los valles bajos, es decir de aquellos lugares, que están situados de lleno dentro de la zona que podríamos. llamar óptima para este cultivo.

Zonas apropiadas para el cultivo del algodón

Ahora pasemos una ligera revista de las zonas de Bolivia que las conceptuamos apropiadas para esta planta.

En el departamento de Santa Cruz, en la región de Paurito, la firma Salamanca-Urquidi viene efectuando el cultivo en forma exitosa, desde hace dos años, lo que constituye un rotundo desmentido a la imposibilidad demostrada en Saipina por los técnicos de la firma Said.

Los que hemos tenido la oportunidad de conocer el Chaco en las proximidades de Villa Montes, no trepidamos en declarar que ésta es la zona más apropiada en Bolivia: calidad de suelo, clima y agua abundante del Pilcomayo, aseguran un éxito seguro, con el antecedente de que la Argentina en sus territorios vecinos de Formosa y el chaco, de idénticas condiciones, tiene grandes plantaciones de algodón.

Cuando las vías de comunicación se establezcan en forma estable entre esas zonas de producción y los centros fabriles y de consumo, esas regiones no tendrán competidoras en otras zonas de nuestro territorio.

En la actualidad existe un valle que reúne condiciones muy favorables para este cultivo y donde parece haberse efectuado ensayos promisorios. Me refiero al Valle de Mizque, prácticamente vinculado a los centros fabriles Cochabamba y La Paz, por medio de la ferrovía al Oriente, ya que la distancia que lo separa de Vila-Vila no es de consideración (50 kilómetros) y la enrieladura a juzgar por los datos registrados por la prensa, llegará en breve a Tin tin, distante tan solo a 25 Kilómetros de este magnífico valle, que con este cultivo recuperaría su envidiable prestigio de la época colonial.

Hoy que el estado enfoca la solución de los problemas de autoabastecimiento debería dirigir la mirada de sus técnicos al estudio de las condiciones de esta rica región del territorio patrio, seguro de hallar en ella un rico filón.

Al poner punto final a este modesto trabajo queremos dejar constancia de que el personal técnico de la Escuela Superior de Agronomía, estará siempre dispuesto tanto a secundar la acción del gobierno, como a guiar al agricultor nacional, si en buena hora llega a despertarse en uno y otro el interés por el cultivo del algodonero.

Cochabamba, marzo de 1946.