Comentario sobre el capítulo substancias vegetales de la "Introducción a la historia natural de la provincia de Cochabamba" de Tadeo Haenke

Cárdenas M.


Entre los importantes escritos que dejó el gran explorador checo Dn. Tadeo Haenke, ninguno es tan poco conocido en América, corno la "Introducción a la Historia Natural de la Provincia de Cochabamba, que data del año 1798.

Tenemos a la mano un ejemplar del folleto de este título, publicado por la Sociedad Geográfica de La Paz con comentarios de Belisario Días Romero y Arturo Ballivián del año 1909, que nos servirá para nuestras observaciones sobre la parte relativa a las. Substancias Vegetales, que a su vez está subdividida en dos secciones: Plantas Medicinales y Plantas Económicas.

Desde luego, manifestamos que por la lectura del folleto en cuestión se constata que Haenke viajó por las regiones más diversas del Departamento de Cochabamba, pero seguramente sin la necesaria literatura botánica en su poder, ya que sus determinaciones o son muy vagas o francamente erróneas. A su vez los señores Díaz Romero y Ballivián que no conocían la Flora del departamento de Cochabamba aun hoy, poco explorada, incurren en peores equivocaciones.

Ahora bien, con el propósito de aclarar siquiera un poco las determinaciones botánicas de las plantas citadas por el ilustre naturalista checo, pasaremos una somera revista sobre sus descripciones.

Substancias vegetales útiles en la Medicina y en las Artes

A. Medicinales

22.- La goma arábiga, o propiamente la goma del Perú.- No debe perderse de vista que en 1798, tanto el Perú como Bolivia actuales, eran países conocidos con el nombre de Perú. Haenke escribe: "Esta América Meridional, el jardín botánico más rico y más favorecido del orbe en cuanto a vegetales útiles, posee no solamente una, sino diferentísimas especies de goma arábiga. El algarrobo (mimosa algarroba) y el "Espino" son los árboles más comunes en este continente que la suministran en abundancia, etc.". Más adelante dice el autor que otro árbol que la produce en mayor abundancia, es la "Vilca".

Para los señores Días Romero y Ballivián el Algarrobo de Haenke correspondería al Prosopis dulcis y a la Ceratonia siliqua que reciben el nombre aimará de "Thajo". Por lo que conocemos de las determinaciones de las plantas recolectadas en Bolivia por diversos botánicos y hecha la revisión de nuestro herbario personal, creemos que el "Algarrobo" de Haenke, es la tan conocida especie Prosopis jukflorá (Sw.) DC. que se encuentra en el Chaco, Santa Cruz, Chuquisaca, Cochabamba, etc. y que es un árbol alto con inflorescencias en espiga y legumbres comestibles, mientras que el "Espino" sería la Acacia macrantha, o sea el arbusto que forma matas densas con inflorescencia en cabezuela amarilla, en los cerros vecinos a Cochabamba y que al igual que el algarrobo alto recibe el nombre quichua de "Tcacko". No debe olvidarse que Haenke vivió mucho tiempo en Cochabamba y que estamos comentando su Historia Natural de la Provincia de Cochabamba.

La "Viica", según los comentaristas ya citados es Rus coriaria, especie que no la conocemos de ninguna Flora de Bolivia, seriamente escrita. Por nuestra parte la "Vilca" tal como la describe Haenke, sirviendo también para el curtido de las pieles, es la "Yarisana" de los Yungas de La Paz o "Curupaú" de Santa Cruz que corresponde al nombre botánico de Pjptadenia macrocarpa.

23.- Nuevo arbusto penetrado de alcanfor.- Haenke se refiere a un arbusto de tres a cuatro pies de altura, penetrado de alcanfor y que se encuentra en las quebradas de clima algo cálido de Ayopaya y Arque. Por la descripción botánica que da el autor, se trataría de una Labiada muy común en esas regiones y de un olor pronunciado a menta que es el Bystropogon canus Benth, aunque no tiene esta especie las hojas lineales que cita Haenke, razón por la cual citaríamos una segunda especie que vive a alturas de 3,500 a 4,000 m. y que es Hedeoma Mandoniana Wedd. Pero todavía podría tratarse de uno de los "cedrones" silvestres, como Lippia boliviana Rusby, muy frecuente en ambos flancos del Tunari a unos 2.560 m sobre el nivel del mar. En resumen, como no se ha conservado las muestras que menciona Haenke con la designación de Cajón No. 10 y talega B, no es posible dilucidar la naturaleza sistemática de esta planta. Pero de ningún modo el arbusto en cuestión es, un Pogostemon y menos Pogostemon cochabambensis, nombre creado por el Dr. Romero sobre un ejemplar inexistente, que por esa misma razón no se encuentra hoy en ningún índice de herbario ni publicación seria alguna sobre Flora de Bolivia.

24.- Las raíces de la hama hama especie de valeriana, remedio especifico en los insultos epilépticos.- Creemos necesario hacer notar que los subtítulos de los de Haenke que vienen numerados, los estarnos copiando tal como se hallan en el texto.

Corno el autor no da ninguna descripción, de esta planta no podemos decir de cuál especie se trata, aunque el Dr. Romero sostiene que se trataría de la Valeriana montana, que no la hemos, visto citada aún en ninguna Flora de Bolivia. Pero lo interesante es que Haenke indica que las virtudes antiepilépticas, antihistéricas y nervinas en general de la "Hamaharna", las comprobó en nuestro país.

25.-Las raíces de la "Catacata" (valeriana Catacata).- Según el autor checo esta planta nace en los altos de la cordillera en parajes pedregosos y por lo común sobré los mismos peñascos escarpados, de los cuales comúnmente bajan arroyos que humedecen el suelo de ellos. Para Haenke la raíz de esta planta es estomacal fortificante, antiespasmódica y empleada además en los mismos males como la "Hamahama". Por la descripción dada por su autor se trataría de la Valeriana nivalis Wedd o de la V. potopensis Briq. que las tenemos recolectadas de las grietas húmedas del Cerro de Potosí o tal vez de las especies B hispida Wedd., V, paniculata R. et. P. o V. Micropterina Wedd. que las hemos recolectado en Ayopaya, aunque las hojas de estas últimas son diferentes a las descritas por Háenke, pero en ningún caso de V. officinalis indicada por Romero porque esta última es exótica.

26.- Raíces de tanitani, del genero de la genciana (gentiana tanitani): remedio febrifugo.- El naturalista Haenke menciona esta planta para las cumbres cubiertas de pasto, de la Cordillera Andina informando que su raíz de sabor muy amargo, tiene virtudes tónicas, estomacales y febrífugas. Los indios según este explorador prefieren la raíz del "Tanitani" a la "quina" para el tratamiento de las tercianas tan frecuentes en el Perú. Además las flores y hojas machacadas de esta planta, fueron empleadas por los indios para friccionar las piernas y los muslos de los niños que en la edad correspondiente demostraban debilidad en la marcha.

En cuanto a la posición taxonómica de esta especie, Haenke afirma ser ella totalmente distinta de (Gentiana lutea), pero el Dr. Romero dice que no es especie distinta para merecer otro nombre especifico y que a lo más puede considerarse como una variedad que sería (Gentiana lutea var. Andicola o tanitani). Por la revisión de nuestro herbario y de las publicaciones de Ernst Gilg en "Englers botanischen Jahrbüchern", podemos decir que el "Tanitani" de Haenke es la (G. punicea Wedd.)

27.-La arnica de los andes.- Esta planta dice el autor, nace con la anteriores es decir, el "Tanitani", cerca de las cumbres nevadas de la cordillera. "Es de la clase syngenesia y sus caracteres se acercan más al genero de la árnica que a ningún otro. Sus hojas son sinuadas, la única flor sentada en el centro dé las hojas radicales, es de un color amarillo dorado y de un tamaño extraordinario. Causa admiración este fenómeno, de singular hermosura en esta región elevada de la atmósfera y en los extremos finales de las vegetación". Por esta descripción tan clara, la árnica de los Andes que cita Haenke es la realmente hermosa planta andina Liabum uniflorum (P. & E). Sch. Bip. El Dr. Romero al comentar la descripción de ésta especie afirma que se trata realmente de una Arnica y la considera la Árnica brevicaulis que según nuestros datos no ha sido mencionada jamás para Bolivia. Según Haénke, la decocción de la raíz de esta planta es diurética y usada en los males venéreos así corno en varias especies de exantemas cutáneos.

28.-La cariopilata de los andes.- Hallase esta planta rara, escribe Haenke, en el descenso de los altos de la Cordillera de los Andes, hacia el lado interior de las montañas, en parajes húmedos, sombríos y de temperatura benigna. "Pertenece al género Geum; su flor es pequeña, amarilla y sus hojas se asemejan mucho alas del Geum urbanum. El olor de esta planta es sumamente agradable, aromático y parecido al del clavo de girofle, como también su sabor, bien que muy inferior al de esta especería de la India. Su virtud es cálida, estomacal fortificante, particularmente en los sujetos de una complexión pituitosa y flemática. Aun la comida participa de su gusto agradable, empleándola en moderada cantidad".

Esta descripción no nos permite encontrar en nuestros recuerdos, ninguna planta de la flora nacional que corresponda a ésta y por tanto nos abstenemos de proponer ningún nombre botánico correlativo. Sin embargo el Dr. Romero bautiza a esta especie como Caryophyllata boliviana sin describir la ni indicar sobre qué ejemplar de herbario hace esta designación. En nuestro concepto el género Caryophyllata no ha sido indicado para Bolivia, siendo en consecuencia la designación de Romero menos que un "nomen nudum" y luego no válida.

29.- La guachanca (euphorbia guachanca), remedio nuevo purgante.- "La planta que suministra esta raíz, es del género de la Euphorbia o Tithymalus. Nace en el descenso de la cordillera, en las faldas ásperas y empinadas de ella, en buena temperatura y por lo común entre los pastos bajos ....". Su raíz es la parte más útil en la Medicina y los indios hacen uso de ella en sus enfermedades y conocen bien sus efectos. Es ella una papa perenne, gruesa, de diferente tamaño y figura, por lo común más o menos redondeada, del peso de una hasta diez y más onzas, cubierta de una epidermis delgada y cenicienta. Por dentro, tiene una carne sólida, blanca y concéntricamente rayada, penetrada- de leche blanca. Por la parte donde brotan los tallos, que comúnmente son muchísimos, forma unos nudos irregulares, cubiertos de escamas .y cáscaras secas, áridas y rayadas. Difiere en sus caracteres de la Euphorbia tuberosa, planta ya conocida por los botánicos. Su raíz, es el purgante más común de los indios del Perú; la cortan en pedacitos delgados y la secan; tornan el peso de uno o más adarmes, que es suficiente dosis para obrar con una eficacia que llega muchas veces a un grado de violencia. Es un purgante fuerte y drástico cuyo uso exige alguna circunspección. Los indios cuando se han excedido en la dosis de este remedio, beben chicha. Abunda mucho esta planta en los parajes señalados y particularmente en Ayopaya, partido perteneciente a esta intendencia de Cochabamba".

La "Guachanka" descrita por Haenke, fue siempre una droga muy popular entre los indígenas. pero no se trata de una Euphorbia como indica Haenke. Nosotros hemos conocido en Ayopaya (Sailapata) una papa que corresponde a la descrita por el naturalista checo, pero nuestra planta no es una Eupborbia sino una Araceae y probablemente un Taccarum. Este es un asunto que hay que investigar.

30.- El agave vivípara.- El nombre que consignamos aquí, está fielmente tomado de la fuente bibliográfica que estamos comentando en estas líneas.

La descripción que hace Haenke de esta planta es bastante clara y por eso su determinación taxonómica por lo menos genérica, es posible. Dice el autor que este vegetal se encuentra en las quebradas de la Cordillera de los Andes, en el clima más seco y árido. Sus tallos se dividen en varias ramas del grosor del muslo de un hombre y están cubiertas de una corteza áspera, escarnosa y negra, que a los incautos les parece ser efecto del fuego. Sus hojas son acanaladas y espinosas. La planta lleva muchos brotes o ¿hijos vivos, según Haenke que al caer al suelo originan nuevos individuos.

La parte superior de la raíz de esta planta exuda un jugo que aplicado en las llagas y úlceras malignas, sin excepción de las venéreas, produce su completa curación. Haenke refiere que la Gaceta de Madrid ya publicó las virtudes de la Agave en la curación de los males venéreos rebeldes al uso del Mercurio y que los "Elementos de Medicina Práctica" de Cullem contienen en su tomo cuarto, la descripción de esta planta, llevada a Nueva España por el Dr. Balmis.

Ahora bien, en nuestro concepto, la Agave vivípara de Haenke, no es un Agave, sino una Puya. En la alta cordillera es muy común la (Puya Herzogii), pero esta especie vive en las cumbres húmedas. Como el autor no describe las flores, es imposible determinar la especie.

En general, las Puyas y Pitcairnias de los Andes, reciben el nombre común de "kayaras" y en efecto sus tallos como indica Haenke, dan la impresión de estar quemados por el fuego.

31.- La begonia.- Refiriéndose a esta planta, Haenke dice: "este género de plantas es uno de los más abundantes en todas las montañas de los Andes. Tampoco se dice en los ensayos hechos por orden de S. M. en los hospitales de Madrid cuál era la especie que se suministra junto con la antecedente en los diferentes males venéreos, habiendo crecido considerablemente el número de especies de este género con las investigaciones botánicas de mi preceptor José Nicolás de Jacquín y otros célebres botánicos. Lo que aquí se remite es la "begomia anenumoides", de hojas redondas y la única especie que fuera de las montañas de los Andes se hallan en este reino, a las faldas de la misma cordillera, en un temperamento frío y áspero. Su raíz es una papa perenne de carne jugosa y colorada, sumamente irregular y variable en su figura, con una superficie áspera y escabrosa. Su flor, hermosa y rosada, excede en tamaño, todas las conocidas de este género y se asemeja a primera vista a las de los ranúnculus y anémones. Sus hojas son redondas, plisadas y con una sección oblicua en su base que caracteriza todo el género. La tengo por menos drástica que la que trajo Balmis de Nueva España".

La descripción que hace Haenke de esta Begonia, es muy clara, pero resulta difícil afirmar si existe descrita la especie B: anenumoides que en el texto original viene sin la sigla del autor. Hemos encontrado en las. alturas de Anzaldo a una elevación de 3.600 m. una Begonia, de caracteres idénticos a los consignados por Haenke, aunque no la hemos determinado todavía específicamente. Es en verdad una de las Begonias más hermosas por sus grandes flores y de cultivo fácil.

32.-Varias especies de quina o cascarilla en terrenos nuevos descubiertos en mis viajes.- Como Haenke vivió antes del enorme auge de la explotación de la quina en Bolivia, con mucha razón dice que en los territorios explorados por el y que abarcan centenares de leguas, apenas penetraron los hombres en busca de las diferentes y excelentes especies de cascarilla.

Haenke con mucho optimismo escribía: "Aunque se consuman los montes de cascarilla de Loxa, Andamarca, Huanuco, etc., no falta este fruto en las montañas de los Andes, continuando hacia el Sur aunque para muchos siglos. Lo menos podré indicar yo sólo más de cincuenta parajes descubiertos en mis dilatados viajes en este continente, donde jamás se ha sacado una libra de esta corteza, como son la entrada al célebre mineral de oro de Tipuani y sus contornos, los partidos de Challana, Songo, Pelechuco, Apolobamba, Carabaya, las Montañas de Paucartambo, las de Guamanca, Tambo e infinitas otras de esta carrera desde Lima hacia el lado de La Paz. En los yungas de Coroico, Chulumani, Irupana, Suri, Cañamina, Yuracarés hasta las inmediaciones de Santa Cruz y en todas las montañas que median entre esta ciudad y la de Cochabamba, se hallan varias especies de ellas".

La explotación de los quinales de Bolivia fue tan extensa en los primeros años de la República, que el Dr. Hugo Algerson Wedell, eximio botánico y médico que ingresó a Apolobamba en 1847, afirmaba que en ese distrito habían tan pocos árboles utilizables, que era necesario alejarse unos diez o doce días de viaje de las poblaciones para encontrar nuevos ejemplares de quina.

Nosotros hemos visitado en 1933 las regiones de Tipuani, Mapiri, Ancohaqui (Challana), Río Bopi, Coroico y Chulumani, cumpliendo una comisión de estudio de las zonas quineras de Bolivia y hemos constatado que todas esas zonas fueron exploradas y explotadas por los cascarilleros. Nuestras apreciaciones sobre el problema quinero del país, se encuentran publicadas en los "Anais da Primeira Reuniao Sul -Americana de Botánica" Volumen III- Río de Janeiro 1938.

Hoy con la caída de las Indias Holandesas y Java, fuentes productoras de la "quina" en poder del Japón, se pone nuevamente de gran actualidad, el problema económico de este producto para el hemisferio occidental.

En cuanto a la descripción de las especies de quina que constató Tadeo Haenke en sus viajes, cita las siguientes: "la primera es la cascarilla de hoja abajo morada; la segunda, de hoja oblonga y angosta y tronco bajo; la tercera, la mayor de todas, de tronco elevado, robusto y de hoja ancha y ovalada, cuya corteza se parte en hebras delgadas, de un color algo subido".

La primera especie que refiere Haenke, es la forma tierna de la "Quina Morada", (Cinchona calisaya var.-vera) Wedd. La segunda, es la "Quina del pajonal" (C. calisaya var. Josephiana) Wedd. y la tercera es seguramente la forma muy añosa o madura de la misma "Quina Morada" por los caracteres de la corteza o bien la (Cinchona pubescens) Vahl, por las hojas anchamente ovaladas.

B. Substancias útiles en las artes

33.- El palo del árbol de la tara (cesalpinia tara) -tinte morado.- Según Haenke este árbol se ha cultivado en los huertos del Perú templado por proporcionar sus frutos una substancia astringente que sirve a la preparación de 1a tinta de escribir. El ilustre naturalista checo, afirma que el corazón mismo de la madera de este árbol, que es de un color rojo, constituye un valioso material de tinte.

"Los colores que el arte saca de él, son recomendables por su fijeza, porque además de la parte colorante, contiene esta madera, un principio astringente, que juntamente con los mordientes propios, constituye la base de esa fijeza de los tintes. El agua en que se hierve este palo reducido a polvos, se tiñe al principio de un morado claro y hermoso, pero continuando la ebullición adquiere un color más y más obscuro y al fin pasa a un color moreno, ingrato a la vista; pero la piedra alumbre hace reaparecer el color primitivo. Las soluciones de hierro, producen un color que del morado profundo, tira al negro. Las soluciones de cobre y particularmente el vitriolo de cobre, causan el mismo efecto, pero el álcali disuelve el precipitado que resulta y en este estado, da este tinte en el algodón un color azul obscuro y firme semejante al del añil .

Con el azúcar de plomo y el alumbre da este tinte, unos colores morados hermosos e inalterables a cualquier prueba. El fruto o la vaina fuera del principio astringente, contiene además otra sustancia colorante, por que un saco de algodón hervido por algún tiempo en una de cocción más o menos fuerte y pasado después a una solución caliente de millo se tiñe inmediatamente de un color ceniciento fijísimo y mas o menos oscuro según la firmeza de la decocción de la vaina de la Tara y de la solución del alumbre (millo). Este color tan deseado en las medias de seda, se logra por medio de este fruto y del millo con la mayor facilidad".

Como se ve, Haenke describe toda una industria tintórea alrededor del árbol de la Tara y ojalá que hoy, que sentimos la necesidad de utilizar nuestras propias materias primas en vista del colapso en el comercio de ultramar, se enseñara en las escuelas indígenas, la técnica si bien primitiva, pero esencialmente autóctona de aquel célebre explorador europeo que durante su residencia en Cochabamba, fabricó ácidos, pólvoras, colorantes y una infinidad de productos industriales sin utilizar ninguna materia prima importada.

Botánicamente la Tara es la (Caesalpinia tinctoria). Domb.

34.-El palo amarillo nombrado churisiqui (berberis churisiqui).- Bajo este nombre describe Haenke realmente una Berberidaceae que según él, es un arbusto que baja de los altos de la cordillera hacia los valles y quebradas de la Provincia de Cochabamba y Charcas. La madera de esta planta que es amarilla se empleaba para teñir lana y algodón en ese color, siendo el alumbre el mejor mordiente para este caso.

Como Haenke no discrimina detenidamente sus especies botánicas, no sabemos cuál especie de Berberis, es el "Churisiqui" porque en las regiones citadas por él hay varias especies de flores amarillas y frutos morado obscuros. Sin embargo para esas zonas, están citadas las especies: (Berberis boliviana) Lechl. (B. divaricata) Rusby y (B. rectinervia). Rusby. Los comentaristas Romero y Ballivián de la obra de Haenke, creen que e1 "Churisiqui" es (Berberis vulgaris) L. planta europea que ha sido introducida a EE.UU.. pero que hasta ahora no ha sido citada para Bolivia.

35.- El palo amarillo de Santa Cruz.- El autor de la "Introducción a !a Historia Natural de la Provincia de Cochabamba", nos habla de otro palo amarillo que le fue enviado por un misionero de los bosques próximos a la Ciudad de Santa Cruz y que igualmente tendría gran utilidad en los tintes amarillos. Como el autor tampoco conoció el árbol productor de este palo, razón por la cual, no lo describe ni menciona para este vegetal ningún nombre vernacular, no podemos decir nada sobre su denominación botánica.

36.- Otros materiales para el tinte amarillo.- el palo y las hojas del molle (schinos molle) y las hojas de la tola.- Haenke informa que los naturales del Perú, empleaban el Molle y varios arbustos conocidos con el nombre general de Tolas y que eran muy abundantes, para teñir los tejidos de lana y algodón en amarillo.

Respecto del Molle, el autor que nos ocupa dice: "es un árbol vistoso, siempre verde, comunísimo en todas las quebradas templadas o calientes de este vastísimo reino, como también en varias partes de México. Hirviendo sus hojas por algún rato con suficiente agua, se obtiene un líquido amarillo pálido, que tiñe la lana o el algodón previamente impregnados en una solución fuerte de alumbre, de un color amarillo hermoso y permanente, tanto mas cargado cuanto mayor sea el número de baños aplicados a los tejidos".

En cuanto a las tolas, Haenke afirma que son diferentes especies de arbustos, que comúnmente se crían en las faldas de la cordillera y se distinguen con los nombres de : Nuacatola, Chirrutola, y Umatola, aunque pertenecen todas al género Baccharis. Tienen según él, hojas angostas y flores de un color blanco medio amarillo. "Todas sus partes, como en el molle están íntimamente penetradas de una substancia resinosa; de olor penetrante e ingrato. Esta circunstancia, hace muy apreciables estos arbustos para emplearlos en los hornos de ladrillos, en las ollerías y en algunas partes para varios usos de la metalurgia, bien que el calor que producen es pasajero. Sus ramas y hojas hervidas con bastante agua dan un tinte amarillo a la lana y el algodón".

Como ya hemos dicho, sería conveniente que nuestros maestros rurales del Altiplano, recuperaran siquiera a manera de ensayo, los métodos de teñir la lana y el algodón que emplearon nuestros antepasados indios para inducir a nuestros connacionales a la creación de pequeñas industrias verdaderamente nacionales.

Ahora en lo que se refiere a la clasificación de nuestras Tolas, diremos que hay todavía en textos corrientes del país, denominaciones erróneas, como las que consignan los autores de la, "Farmacopeya Callahuaya" y los comentaristas de Haenke que ya he citado muchas veces. La Tola que se usa hoy con ese nombre, como combustible y que se vende en fardos aprensados se llama (Lephidophyllum quadrangulare) (Meyen) B. & H; pero también se denomina Tolas a (Baccharis heterothalamoides) Britt. y (Heterothalamus boliviensis) que tienen hojas angostas y aun a (B. naicrophylla) H. B. K. que las tiene pequeñas pero anchas.

37.-El chapi de ingas, material para el tinte colorado.-No sabemos en realidad, qué sentido da Haenke al término Inga, porque cuando se refiere a la quina dice los Ingas de Coroico y Chulumani, queriendo expresar con toda probabilidad nuestro actual vocablo Yungas; pero al decir que el Chapi es un bejuquillo (enredadera) que se encuentra en las Montañas de la Cordillera de los Indios Chiriguanaes, Chaneses y los partidos inmediatos de La Laguna y Tomina, nos deja perplejos, porque como es sabido los Yungas, son formaciones vegetales propias de los Andes de La Paz y' Cochabamba solamente.

Lo cierto es que el Chapi en la época de Haenke, era objeto de intenso comercio por sus propiedades tintóreas, puesto que sus polvos hervidos en agua, teñían de rojo la lana, previamente tratada por el alumbre:

En cuanto a la determinación botánica del Chapi nada podríamos decir porque Haenke no da ningún carácter de sus flores ni hojas.

38.-El achiote (bixa orellana, o el rocou de los franceses.- Respecto a esta conocidísima especie que es realmente a (Bixa Orellana) L. Haenke, escribe lo siguiente: "Todas las montañas de los Andes producen este arbolito en abundancia y entre los Indios Yuracarés, apenas hay huerta en que no se encuentre un número considerable de ellos. Además de suministrar un material útil para los tintes, se recomienda por la singular hermosura de sus flores rosadas, de buen tamaño, al modo de la rosa. La semilla que es de color amarillo anaranjado, es la parte que se emplea. en los tintes, siendo la lejía, la substancia que con más actividad extrae sus partículas colorantes; pero el alumbre exalta su colora un tono mucho más encendido. Este tinte es de poca duración porque el aire y más aún el sol , lo alteran en poco tiempo. Su mayor consumo está en el teñido de la telas de algodón".

En la actualidad, el Achiote se emplea más bien en la coloración de los alimentos y hasta parece que se exporta en alguna proporción.

39.-El ayrampo,(cactus ayrampo).-tinte morado.- El "airampu" es un producto popular que hoy se utiliza para teñir la chicha en la preparación de la "aloja". Haenke informa que "es una especie de tunilla de las quebradas templadas e inmediatas a la cordillera, cuyas semillas, tiñen de un color morado claro, vivo y sumamente alegre a la vista, pero muy superficial y ligero, bien que con el alumbre y otros mordientes metálicos adquiere alguna más firmeza".

La clasificación botánica de los Airampus, es muy confusa. En Cochabamba existe una planta llamada propiamente "Airampu" de ramas largamente elípticas, algo recurvadas, de flores amarillas y frutos púrpuras en la madurez, que se aproxima mucho a (Opuntia Schickendantzii) Weber, aunque según la descripción de Schumann, esta especie, tiene frutos verdes y estériles. También la planta llamada aquí "Tunilla" (0. sulphurea) G. Don, produce "airampu". En La Paz, el mismo nombre vernacular, corresponde a (0. Soehrensii) Rose et Britt, pero en ningún caso a (0. terrestris), como afirman Romero y Bállivián porque ése nombre no se cita ni siquiera como sinónimo en la Monografía de Rose et Britton que se publicó de 1919 a 1923.

40.-La papa morada.-tinte morado y azul.- Haenke menciona una variedad de papa redonda, de mediano tamaño, lisa, de cáscara cenicienta que tiene su carne y su jugo, penetrados de un color morado obscuro casi negro, color del que participan también los tallos aéreos, hojas y demás partes de la planta. Los indios usaban estas papas para teñir sus vestidos de morado o azul. El alumbre como mordiente conserva el color morado de este tinte y el sulfato de cobre, lo baja a un azul obscuro muy agradable.

Hoy no sabemos, si todavía se cultiva esta variedad de papa entre los indios, pues, no la hemos visto, ni tampoco creemos que se trate de la papa "ckoillu" porque ésta no tiene la pulpa morada, sigo blanca.

41.-El añil.- En lo tocante á esta especie dice Haenke: "Las montañas de los Andes producen este utilísimo arbusto en abundancia. Las orillas del Río San Mateo, en las serranías de la Misión de la Asunción de Indios Yuracarés, están cubiertas de él a primera vista parecen sembradas. Igualmente abunda en la Yunga Nueva de Chiquioma, en las quebradas ardientes de los ríos Lambaya y Cotacajes y en muchísimos otros parajes del partido de Vallegrande y Santa Cruz, pero hasta ahora nadie se ha dedicado a hacer las necesarias tentativas para su beneficio".

En efecto, el "Añil" (Indigofera añil) L. tiene una área de dispersión enorme en nuestro país, ya que fuera de los lugares citados por Haenke se encuentra en todas las playas de nuestros ríos que surcan las tierras tropicales y aun subtropicales.

42.-El cacao.- Parece que esta planta no es silvestre en Sudamérica o por lo menos, no fue utilizada por los Incas, pero sí por los Aztecas en gran escala. Haenke indica que en su tiempo se introducía el cacao de Mojos a las tierras del Coni y la Misión de la Asunta, pobladas por los Indios Yuracares y que la calidad del producto en estas regiones del Departamento de Cochabamba era superior a la de los mejores tipos de Mojos y Apolobamba.

Hoy creo que no queda ni el recuerdo de ese cultivo, por que sin embargo de existir ya un camino carretero a los dominios antiguos de los yuracares, no se conoce en el mercado de Cochabamba, un buen chocolate, pero si buenas "Cocoas" argentinas o americanas.

43. Memoria sobre el cultivo del algodón y el fomento de sus fabricas en esta América.- "La Provincia de Cochabamba escribe Haenke, es la que por la extracción y consumo de sus telares, tiene excelentes posibilidades para el cultivo del algodón que sin dificultad pudiera abastecer sus pueblos sin salir de la provincia. Pero ella como todas las demás, ha quedado hasta estos últimos años, en la misma inacción y solamente las más vivas y acertadas providencias de su actual Gobernador don Francisco de Viedma, han sido capaces de despertar a sus vecinos de una languidez perniciosa y de su inveterada desidia a fin de emplear sus brazos en una obra que en pocos años pudiera hacer la felicidad de sus habitantes. Entre los terrenos más adaptados que posee esta provincia para el cultivo del algodón están las dilatadas quebradas del Río Grande, desde el partido de Arque hasta los extremos del de Vallegrande, luego las quebradas de los ríos Lambaya y Cotajes, la mayor parte de los terrenos de Mizque, Vallegrande y Santa Cruz. La sola Ciudad de Cochabamba consume anualmente en sus telares, según un cómputo exacto sacado de sus Reales Cajas, la cantidad de 30 a 40 mil arrobas de esta materia y este ramo de la industria es el único que ocupa los brazos de su crecida población, que todos los años va en aumento. De él saca no solamente el comercio unos intereses considerables, sino que las clases inferiores de gentes que se emplean en este trabajo, obtienen su subsistencia".

Hoy 145 años después de estas valiosas sugerencias de Tadeo Haenke, no hay todavía cultivos de algodón en Bolivia aunque los telares imperfectos de Cochabamba hubieran sido ya reemplazados por la maquinaria más moderna con que cuenta el Monopolio Nacional de la Fábrica de Tejidos de Algodón.

Conclusión

Hemos querido hacer este ligero comentario sobre la "Introducción a la Historia Natural de la Provincia de Cochabamba" de Tadeo Haenke por los siguientes motivos:

1°.-Para hacer . ver que los indios del siglo XVIII, no poseían muchos secretos en cuánto a plantas medicinales e industriales se refiere, porque como Haenke viajó mucho en el Alto Perú y vivió con ellos durante varios años, acopió todo lo que sobre esta materia se sabia entonces.

2°.-Por demostrar que tuvimos una industria, si bien imperfecta, pero autóctona y no sólo en nombre "nacional" como ocurre hoy y finalmente,

3°.-Para despertar la curiosidad de nuestros químicos y farmacognosistas sobre las características de las materias vegetales que menciona Haenke

Cochabamba abril de 1943.