(Fuente: Sauma, G., Escobar, A. 2000. Evaluación de calidad en semillas forrajeras. pp. 41-48. En: Meneses, R. y Rodríguez, R. (eds.). Memoria seminario uniformización de técnicas y criterios de investigación. Proyecto Rhizobiología Bolivia. Cochabamba, Bolivia. 147 p.)

Se discuten y definen algunos parámetros importantes inherentes a la calidad de la semilla haciendo énfasis en su determinación.

Por norma se establece un máximo de 14 % de humedad en la semilla a ser almacenada para su comercialización. Esto se puede lograr mediante un muestreo destructivo tomando tres muestras de 200 g de semilla cada una de aquellos lotes destinados a almacenaje. Se pesa en "fresco" con una precisión de 0.01 g y se lleva a horno a 105 ºC por 24 horas. Se extrae del horno y se calcula el % de humedad promedio. Por ejemplo, en el caso de una muestra, habiendo pesado 200 g de semilla antes del horno y después de este 173 g, se tendrá una pérdida de humedad de 200 - 173 = 27 g; entonces:

En el caso de la Empresa de Semillas Forrajeras SEFO-SAM, a nivel laboratorio, se trabaja tomando muestras de las bolsas o sacos de diferentes profundidades antes de proceder al acondicionamiento de semillas; la semilla debe tener 12 % como máximo o caso contrario deberá seguir secando.

Es el peso por unidad de volumen de la semilla. Lo más común es hablar de peso hectolítrico lo que implica el peso en kilos por 100 litros. Es un parámetro que estima el llenado de grano que a su vez implica el grado de desarrollo del mismo. Normalmente se mide en recipientes exactos de un litro de capacidad realizando unas tres repeticiones por lo mínimo.

Es un dato práctico que sirve para ajustar la densidad de siembra. Se determina con semilla que tiene 13 % o menos de humedad. Se debe realizar con precisión de 0.01 g y mediante tres repeticiones por lo mínimo. La muestra de las 1000 semillas debe ser aleatoria.

Es la característica más importante de la semilla. Para las diferentes especies se tienen estándares ya definidos. Por regla general, se espera un % mayor a 80. Para su determinación existen diferentes métodos en función a la disponibilidad de equipos y el tamaño de la semilla.

La germinación es otro de los parámetros importantes antes de la comercialización de las semillas; éstas deben estar con mayor porcentaje de germinación a las normas establecidas por el servicio nacional de semillas. Los equipos o aparatos de germinación para semillas tropicales están programadas con temperaturas alternas y luz, mientras las germinadoras para semillas propias de zonas altas y valles, tienen temperaturas constantes. El material más empleado como "sustrato" es papel periódico con el cual se hacen rollos una vez colocada la semilla y bien humedecido. El papel secante empleado debe ser identificado y luego, para posteriormente distribuir uniformemente la semilla sobre el papel, luego se lo introduce en una bolsa plástica para que se inicie el proceso germinativo. Esto es práctico para semillas grandes, como es el caso de maíz, cereales menores, arachis, mucuna, etc. Las lecturas se realizan a los 4 a 5 días para eliminar las semillas infectadas. A los 9 días se hace la primera lectura y a los 15 días concluyen las lecturas en semillas andinas y de valle. Mientras que en semillas tropicales concluye a los 28 días, en cada una de las germinaciones se debe observar la humedad del sustrato, para poder tener las germinaciones esperadas. Disponiendo de equipos, lo anterior también es válido pero colocando las muestras a una germinadora que básicamente esta dotada de ambiente húmedo constante y una temperatura controlada de 24 ºC. Con muestras de semilla pequeña (alfalfa, tréboles, dactilis, desmodio, etc.) se pueden utilizar cajas petri con papel filtro humedecido.

Esta determinación se la debe realizar con semilla pura y en un mínimo de tres repeticiones, cada una con 100 semillas (en el caso de semilla pequeña) o 50 o menos en el caso de semillas grandes. Se debe expresar el resultado en porcentaje.

Esta prueba implica la información de toda la semilla sometida a la prueba, vale decir que se pueden tener las siguientes categorías de semilla "germinada":

• Semillas normales. Son aquellas semillas sanas que tienen capacidad para desarrollarse en plántulas normales (raíz, tallo y hojas) bajo condiciones favorables de temperatura, luz y humedad.

• Semillas anormales. Son aquellas semillas que desarrollan solamente la parte aérea de la plántula y no la parte radicular o a la inversa, o son defectuosas ambas estructuras, esto quiere decir que es una planta que no tiene capacidad para desarrollarse como plántula normal.

• Semillas duras. Son semillas que no han podido absorber agua, debido a que la semilla se recubre (tegumento) de una sustancia impermeable, este término es mas utilizado en leguminosas y es de carácter físico. En gramíneas se utiliza el término latencia, porque las semillas vivas no germinan en condiciones apropiadas, este es un fenómeno fisiológico de la semilla, la cual alcanza su madurez completa después de algún tiempo de almacenamiento.

• Semillas muertas. Son aquellas semillas que no han desarrollado ninguna de sus estructuras esenciales y por tanto se han podrido o muerto, como consecuencia de una infección por hongos, bacterias o daños mecánicos.

El dato de germinación, a escala comercial, es la sumatoria de los porcentajes de las germinadas normales y las duras.

En la medida de las posibilidades, es práctico realizar pruebas de germinación con sustratos de tierra donde se irá a sembrar la semilla, esto se puede realizar con cajas de 30 * 30 * 20 cm (largo, ancho y alto) donde se coloca sustrato (tierra del lugar donde se irá a sembrar) en lo posible sin disturbar. Se coloca la semilla en surcos pequeños y se tapa con tierra, se debe regar regularmente.

Se determina en laboratorio y se refiere a aquella semilla o lote que esta libre de material indeseable. La pureza física esta expresada en porcentaje. Para ello, se debe separar las semillas de malezas, semillas de otros cultivos y material inerte, quedando al final la semilla pura.

La producción de semilla certificada o fiscalizada por la empresa de semillas forrajeras SEFO-SAM, pasa por un acondicionamiento y procesamiento de semillas en forma individual por productor. Esto indica que los análisis de pureza física se realizan individualmente por productor y por especie.

El método utilizado para determinar la pureza física en SEFO-SAM se basa en reglas internacionales del ISTA (Asociación Internacional de Análisis de Semillas), y es como sigue:

Se extrae un mínimo de 1 kg de cada lote como muestra para laboratorio y por cuarteo se debe llegar aproximadamente a cuatro sub muestras cada una de 120 g (en el caso de semillas grandes –cereales menores, maíz, sorgo, arachis, etc.-). Seguidamente se debe proceder con la separación manual de la materia inerte, semilla de otros cultivos y semilla de malezas; se debe pesar cada una de estas fracciones y por diferencia se expresa el porcentaje de semilla pura. Por ejemplo, de un lote de cebada:

Peso sub muestra: 120.00 g

Peso materia inerte (piedrecillas, restos vegetales, etc.) 0.76 g

Peso semillas contaminantes (de otras especies y de malezas) 0.23 g

120 – 0.99 = 119.01 g de semilla pura

entonces:

120.00 --------- 100 %

119.01 --------- x

x = (119.01 * 100) / 120 = 99.18 % de pureza física

el promedio de las cuatro sub muestras será el dato de pureza del lote.

En leguminosas como tréboles y alfalfa se debe tomar 5 g por repetición; en gramíneas de zonas templadas como dactilis 3 g, en festuca pesar 5 g, lolium 6 g, pasto llorón 1 g. Pesando cada una de estas muestras, con 4 repeticiones, se debe llevar a un soplador especial para semilla pequeña seed blower por 3 minutos para eliminar la materia inerte. De este modo se facilita el análisis de pureza. En caso de no disponer de este equipo no queda otra opción que proceder manualmente.

Es solo una expresión matemática que expresa en porcentaje, la relación entre pureza y germinación. Mientras más alto sea el porcentaje de pureza y de germinación de un lote, más valioso será este. La fórmula para el cálculo del valor cultural (VC) es la siguiente:

VC = (% de pureza * % de germinación) / 100

así, si de un lote se determinó 81 % de germinación y 93 % de pureza, su valor cultural será de:

VC = (93 * 81) / 100 = 75.33 %

El valor cultural es pues la expresión de la calidad de la semilla en la medida que nos señala cuanto del lote es realmente semilla que germina.

En el caso de la legislación boliviana (Consejo Nacional de Semilla, 1994) y la experiencia práctica de SEFO y CIF, se pueden considerar algunos datos mínimos de calidad para las principales especies forrajeras, considerando, que por el destino de este tipo de semilla (producción de biomasa para consumo animal), las exigencias deben ser menores que en el caso de productos de consumo humano. La Tabla 1 considera parámetros a este respecto.

Tabla 1. Requisitos mínimos referenciales en pureza y germinación para semilla fiscalizada y semilla producida en SEFO para algunas especies forrajeras.