Escalas más utilizadas para cuantificar enfermedades fungosas

(Fuente: Hervas, M. 2000. Evaluación de enfermedades en plantas forrajeras. pp. 5-14. En: Meneses, R. y Rodríguez, R. (eds.). Memoria seminario uniformización de técnicas y criterios de investigación. Proyecto Rhizobiología Bolivia. Cochabamba, Bolivia. 147 p.)

Existen numerosas escalas, algunas muy específicas, que sirven para estimar los grados de la enfermedad. Se describirán las más utilizadas:

Escala de Cobb modificada

Es una escala usada ampliamente para estimar la intensidad de las royas de los cereales en todo el mundo. Esta escala clasifica las plantas afectadas en seis categorías y considera que un 37 % real del área foliar cubierta por pústulas representa una infección del 100 %. Esta relación se basa en que el desarrollo del micelio siempre es mas extenso que el de las pústulas y con esa cantidad de esporulación, el desarrollo y poder destructivo del micelio subyacente llegan casi al grado máximo. Los restantes tipos de porcentaje se relacionan también de esta manera y se ha agregado un nuevo diagrama que representa el 65 % de infección.

Si bien esta escala ha resultado muy importante para los investigadores sobre royas, tiene también muchas deficiencias, las mismas fueron superadas por Peterson et al. (1948) que toma en cuenta los distintos tamaños de las pústulas y su distribución. Esta escala proporciona cuatro series de diagramas (a su vez cada una con doce diagramas) que cubren una amplia gama de combinaciones de tamaños y distribución de las pústulas. Con esta escala se puede lograr una mayor objetividad y exactitud mayor. La figura 1 detalla esta escala.

La respuesta de la planta a la infección se la clasifica de acuerdo con la escala siguiente:

O              No hay infección visible.

R              Resistente, áreas necróticas con o sin pústulas pequeñas.

MR          Moderadamente resistente, pústulas pequeñas rodeadas por áreas necróticas.

M             Intermedia , pústulas de tamaño variable, algo de necrosis y/o clorosis.

MS          Moderadamente susceptible, pústulas de tamaño mediano, no hay necrosis,

                 pero es posible que exista algo de clorosis.

S              Susceptible, pústulas grandes, sin necrosis ni clorosis.

tR            Trazas de una infección de tipo resistente menor al 1 %.

Así, podrán haber lecturas tales como:

5 MR  Gravedad del 5 % de un tipo moderadamente resistente.

60 S     Gravedad del 60 %, de un tipo susceptible.

 

Figura 1. Escala de Cobb modificada por Peterson et al. (Fuente: Stubbs et al., 1986).

El diagrama anterior muestra los grados de gravedad de la roya cuando las uredias tienen distintos tamaños; A es el porcentaje real de la superficie cubierta por lesiones y B es el porcentaje específico observable.

En caso de una evidente variación en la reacción a la enfermedad en una parcela, esta puede evaluarse considerando rangos. Así, se puede considerar:

  • Una separación clara en clases (5R; 40 S).

  • Una espectro amplio de reacciones sin separación clara (15R-5S).

  • Una gama de reacciones en cada planta (planta 1:10R-S; planta 2:20MR).

  • Las causas de esta variación pueden deberse a aspectos relacionados con segregación, mezcla de semillas, de razas o una reacción intermedia (M) de la accesión observada.

    El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, ha desarrollado sobre esta base un concepto más elaborado que es el de Coeficiente de Infección (referir a Stubbs et al., 1986).

    Escala de Saari - Prescott

    Esta escala nos sirve para evaluar la intensidad de las enfermedades foliares como ser las causadas por especies de los géneros Septoria y Helmintosporium, entre otras.

    Esta escala consta de valores de 0 a 9, que expresan desde plantas inmunes (0) hasta plantas totalmente susceptibles (9) con un 100% de infección. Si bien esta escala ha sido desarrollada para trigo y cebada, bien puede aplicarse a todas las especies de cereales menores (además de los mencionados, también a la avena, triticale y centeno) y a todas las especies, en general.

    Figura 2. Escala de Saari - Prescott (1975) para evaluar la intensidad de enfermedades foliares del trigo y la cebada  (Fuente: Eyal et al., 1987).

    Esta escala ha sido mejorada con el empleo de dos dígitos que representan el avance vertical de la enfermedad y además una estimación de la gravedad del daño en la planta. El primer dígito indica la altura relativa que alcanza la enfermedad en la planta utilizando como medida la escala original de Saari- Prescott. El segundo dígito señala la gravedad del daño (severidad) en toda el área foliar infectada; para este segundo dígito se emplean valores de 0 a 9.

    Como ejemplo, se puede tener las siguientes lecturas:

    5 1 altura relativa de la enfermedad                         5 (síntomas hasta la mitad de la planta)

    10 % de las hojas infectadas                                   1

     

    5 9 altura relativa de la enfermedad                         5 (síntomas hasta la mitad de la planta)

    90 % de las hojas infectadas                                   9

     

    8 1 altura relativa de la enfermedad                         8 (síntomas hasta la hoja bandera de la planta)

    10 % de las hojas infectadas                                   1

     

    8 9 altura relativa de la enfermedad                         8 (síntomas hasta la hoja bandera de la planta)

    90 % de las hojas infectadas                                   9

     

    En la práctica, en un campo de cultivo o una parcela, se estima el porcentaje de daño observando de 10 a 20 plantas y se les asigna un valor global. Los valores estimativos son los siguientes:

     

    Cobertura del 10 % Valor 1

    Cobertura del 20 % Valor 2

    Cobertura del 50 % Valor 5

    ..

    ..

    ..

    Cobertura del 90 % Valor 9

    No se utiliza el valor 10.

    Por ejemplo, en una línea de cebada infectada con Septoria nodorum, la enfermedad llega al punto medio de la altura de la planta; esto corresponderá al valor 5. La gravedad o cobertura de la enfermedad en esta parte de la planta es del 10 %, por tanto la descripción numérica de la enfermedad sería 5, 10 o también 5/1.

    Esta escala se la llama escala de doble dígito y se la emplea para muchas enfermedades foliares que tienen la característica de iniciar su infección en la base de la planta y ascender o escalar hacia la parte superior de la planta.

    Escala para evaluar infecciones de Alternaria, Cercospora y otras

    Esta escala comprende los valores de 1 a 9. Sirve para evaluar manchas foliares en leguminosas (frijol, arveja, haba). Los valores escalares propuestos para esta escala son los siguientes:

    1 Sin síntomas visibles de la enfermedad (resistente).

    3 Presencia de unas pocas lesiones generalmente pequeñas, sin esporulación que cubren aproximadamente 2 % del área foliar o del área de las vainas.

    5 Presencia de varias lesiones generalmente pequeñas, con esporulación limitada, que cubren aproximadamente 5% del área foliar o del área de las vainas.

    7 Lesiones abundantes, generalmente grandes, con esporulación que cubren cerca del 10% del área foliar o del área de las vainas. En el follaje las lesiones pueden juntarse y dar como resultado áreas infectadas más grandes asociadas con tejido clorótico. Las lesiones pueden también encontrarse en el tallo y en las ramas.

    9 Un 25% del área foliar o del área de las vainas esta cubierta por lesiones esporulantes grandes que tienden con frecuencia a juntarse. Los tejidos foliares son generalmente cloróticos lo que ocasiona una defoliación severa y prematura. Las vainas infectadas están en general, deformes, arrugadas y contienen bajo número de semillas. Tanto en las ramas como en el tallo se observan lesiones esporulantes abundantes.

    De manera general, las escalas son muy relativas. Cada técnico investigador puede generar su propia escala. En estos casos es recomendable no dar muchas categorías que ocasionen pérdida de tiempo tratando de decidir la mejor calificación que concuerde con la muestra en observación. Por otra parte, las categorías (o valores) deben estar muy claramente descritas de manera que puedan ser entendidas por otras personas que realicen la evaluación.