Diagnóstico preliminar de enfermedades en alfalfa Hervas de Quitón M.Centro de Investigación en Forrajes "La Violeta" |
Introducción El cultivo de la alfalfa (Medicago sativa L.) es uno de los más difundidos en los valles y el altiplano del país, constituyendo el preferido para la alimentación del ganado, principalmente lechero, por su alto valor nutritivo, riqueza en proteínas, elevado contenido en calcio y vitaminas, palatabilidad y altos rendimientos en relación a otros cultivos forrajeros. En la actualidad, la alfalfa, es considerada la especie forrajera más importante en el mundo. Es el cultivo, que además de los beneficios arriba señalados, tiene la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, conservando constantemente en suelos de bajo potencial, un sistema agrícola sostenible. Periódicamente, en épocas lluviosas este cultivo es afectado por enfermedades que ocasionan la reducción de la materia seca y el valor nutritivo, debido a la defoliación prematura que algunas de ellas producen, y también a la alteración de los nutrimentos que contiene, causados por enzimas y toxinas que se producen dentro del tejido de la planta como parte de su metabolismo, provocados por los diferentes agentes causales de las enfermedades. Por lo indicado, es necesario efectuar continuamente esfuerzos para conocer la identidad y el control de muchas enfermedades, la prevención y el verdadero valor del cultivo, para que éste pueda alcanzar su .,, máximo potencial libre del ataque de patógenos perjudiciales. Las enfermedades de la alfalfa son producto de una compleja interacción entre hospedero, patógeno y condiciones ambientales favorables para la enfermedad. El vector es importante en el proceso patogénico, pues incluye los requerimientos de infección por bacterias, micoplasmas y virus. Por otra parte, también se presentan las enfermedades no infecciosas o fisiológicas causadas por factores abióticos que incluyen, entre los más importantes, la contaminación ambiental, desbalances de nutrimentos del suelo, temperaturas extremas, efecto de los herbicidas y otras. El presente trabajo, describe las enfermedades infecciosas o bióticas que se presentaron en los campos de alfalfa del Valle Central de Cochabamba y en las parcelas de experimentación del CIF "La Violeta", durante el ciclo agrícola 1998/1999. Materiales y métodos Se utilizaron los siguientes materiales: - Material biológico: Partes de plantas enfermas de alfalfa que presentaron síntomas de enfermedades, provenientes de parcelas de la zona. Este trabajo preliminar no considera la diferencia varietal de respuesta a las enfermedades. - Materiales químicos: Medios de cultivo, lactofenol, alcohol, hipoclorito de sodio, agua destilada. - Material de vidrio: Matraces Erlenmeyer, goteros, vasos de precipitación, porta objetos, cubre objetos, placas de Petri, probetas graduadas, pipetas. - Material de disección: Agujas, pinzas, bisturís, tijeras, cuchillos. - Material de laboratorio: Algodón, papel toalla, papel limpia lentes, papel filtro, papel higiénico. - Equipo de laboratorio: Microscopio, cámara aséptica, autoclave, estereoscopio, máquina fotográfica. La metodología desarrollada consistió en la toma de muestras periódicamente en los campos de cultivo, para ser llevadas al laboratorio de Rhizobiología del Centro de Investigaciones en "La Violeta". En el laboratorio, las muestras fueron procesadas para luego ser sometidas a los diferentes métodos de diagnóstico fitopatológico. Se emplearon desde las simples raspaduras directas para observarlas al microscopio con muestras que presentaban signos de enfermedades, hasta las preparaciones de cámaras húmedas y cultivos in vitro en medios de cultivo artificial. Resultados Los resultados del diagnóstico en laboratorio de las muestras de plantas de alfalfa con síntomas observados en el campo, establecieron la prevalencia de varias enfermedades presentes en el ciclo agrícola del estudio, las que a continuación se describen. Viruela de la alfalfa (Pseudopeziza medicaginis Lib Saec.) El agente causal de esta enfermedad es el hongo ascomyceto Pseudopeziza medicaginis (Lib Saec.). Este patógeno inverna en las hojas defoliadas del suelo, en la base de las plantas. Generalmente se forma una hojarasca compuesta por todas las hojas caídas, necróticas y enfermas, lo cual constituye una fuente de inoculo importante para los nuevos brotes. Tiene la característica de permanecer en estado activo por mucho tiempo en los restos vegetales. Esta enfermedad se presenta afectando hojas y tallos. La infección se inicia por la base de las plantas. Las hojas básales son las primeras en presentar los síntomas que consisten en puntos oscuros cloróticos, los cuales se proliferan rápidamente y abarcan o llenan la superficie foliar, llegando a causar la defoliación de las mismas, quedando los tallos en su parte inferior sin hojas. Los tallos también presentan lesiones cloróticas oscuras que confluyen unas con otras y forman lesiones ovales. En condiciones de alta humedad, es decir en períodos lluviosos, estas lesiones se toman necróticas y en su superficie se desarrollan los aparatos fructíferos del agente causal, en los cuales se forman gran cantidad de aseas y ascosporas que son las estructuras de reproducción del patógeno. La defoliación de las hojas infectadas ocasiona la reducción de los rendimientos tanto en materia verde y seca, llegando a causar incidencias hasta del 80 % y una severidad del 40 %. Cuando los factores de humedad y temperatura son favorables para el desarrollo de la enfermedad.(período de diciembre a marzo). La forma de control más efectiva es el uso de variedades resistentes. Actualmente se están evaluando distintos materiales que tiene el CIF, observándose en ellas tolerancia a esta enfermedad. No es conveniente el uso de productos químicos debido a la precocidad de las variedades mejoradas y al peligro de efectuar cortes de forraje tratado, con efecto residual de! fungicida y el consiguiente peligro de causar toxicidad en los animales que consuman ese forraje. Cuando el cultivo está destinado a la producción de semilla y existen las condiciones favorables de humedad para el desarrollo de la enfermedad, se pueden efectuar aplicaciones con fungicidas orgánicos como el Antracol, Dithane, Polyram y otros similares, antes que se presente la enfermedad (preventivo). De esa manera se evitará la defoliación y conseguir un mejor desarrollo de la planta y mejor calidad de semilla. Roya de la alfalfa (Uromyces striatus J. Schöt var. medicaginis) El agente causal de la enfermedad es el hongo Uromyces striatus J. Schöt var. medicaginis. La enfermedad se presenta en períodos húmedos y templados, coincidiendo su ataque con la viruela, formando de esta manera un complejo patológico foliar de mucha significación, afectando hojas, tallos y vainas. Los síntomas típicos son la presencia de pústulas polvosas de color café oscuras, de forma circular, compuestas por uredosporas del agente causal. Ellas confluyen unas con otras y se desarrollan rápidamente, tanto en el haz como en el envés de las hojas. En los tallos, las infecciones iniciales forman ampollas ovales que después irrumpen y sueltan al exterior gran cantidad de esporas polvosas de color café, las cuales son diseminadas por los insectos y el viento hacia otras plantas y parcelas vecinas. En las vainas se presentan pústulas cafés características, las cuales tienen efecto muy importante en la producción de semilla, pues las vainas afectadas quedan vanas (sin semillas). El control en lo posible, si existen variedades resistentes, éstas deberán ser utilizadas. Solo en casos de producción de semilla y si las condiciones del ambiente son favorables para el desarrollo del patógeno y presencia de la enfermedad en el campo, se debería utilizar fungicidas preventivos a base de cobre. En casos de percibir inicios de infección en la parcela, se deberán realizar aplicaciones de productos específicos como el Folicur, Bayfidan, Tilt y otros similares. En nuestro medio, la enfermedad se presenta durante casi todo el año y generalmente coinciden las altas infecciones con las épocas de producción de semilla, habiéndose registrado incidencias hasta del 80 % y severidad del 40 %; en cultivares susceptibles bajo condiciones de clima favorables al desarrollo del patógeno. Tomando en cuenta el daño causado en las vainas, será preciso realizar por lo menos tres aplicaciones a intervalos de 24 días entre aplicaciones, para reducir las pérdidas que ocasiona ésta enfermedad en la cantidad y calidad de la semilla. Antracnosis de la alfalfa Esta enfermedad es causada por el hongo Colleíotrichum trifolii Bain. Es una enfermedad que se presenta infectando las plantas desde la base de la planta o cuello hacia arriba, en los tallos produce lesiones ojivales hundidas, causando necrosis, bloqueo de haces vasculares y en casos extremos la muerte de toda la planta. Las manchas típicas son de borde oscuro y el centro más claro. Ellas constituyen los acérvulos del hongo causante de la enfermedad, los cuales producen conidias en masas, llamadas sirros. Estas son de color rosado de aspecto gelatinoso, son hialinas, bacilares y unicelulares. Las condiciones de alta humedad, suelos pesados y pobres en materia orgánica, son favorables para el desarrollo de la enfermedad. Las plantas y ramas muertas constituyen una fuente de inoculo o foco de infección para el próximo ciclo de cultivo. Este patógeno inverna en las partes infectadas muertas que quedan en el suelo. Por ello la rotación de cultivos es una medida aconsejable que permitirá reducir la fuente de inoculo en el campo. En las parcelas infectadas con esta enfermedad, se recomienda después de efectuar el corte en verde, aplicar un tratamiento químico con un fungicida sistémico para reducir el inoculo que queda en el campo sobre la superficie del suelo. No es conveniente realizar aplicaciones al follaje por el riesgo de toxicidad en los animales que consumen el forraje tratado. La antracnosis es una enfermedad importante en la alfalfe en muchas áreas donde se la cultiva. La enfermedad es mucho más severa en veranos lluviosos. La literatura indica que en los últimos años la antracnosis se ha extendido considerablemente y ha destruido áreas de cultivo en la Argentina, Australia, Francia, Italia y la Unión Soviética (Donald L. et al., 1990). Durante el año de estudio en la zona no se determinaron datos de incidencia de Antracnosis. Mancha de la hoja La Mancha de la Hoja causada por el hongo Stemphylium sp., es una enfermedad muy distribuida en todas las áreas húmedas donde se cultiva la alfalfa. El patógeno sobrevive el invierno a través de su micelio desarrollado en el tejido foliar necrótico y en la semilla. Los síntomas que produce son manchas necróticas irregulares de color café claro o marrón con un halo clorótico amarillo que bordea la lesión. Temperaturas de 15 a 27 ºC favorecen el desarrollo de la enfermedad. Temperaturas de 20 ºC durante el día y 15 ºC en la noche, son las condiciones óptimas para que las infecciones por Stemphylium sean severas. La literatura indica que el nivel de resistencia de los cultivares de alfalfa para esta enfermedad, es moderadamente bajo (Donald L. et al., 1990), y dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad predominantes y favorables para la enfermedad, habrá que estudiar estrategias para su control, las que permitan reducir las infecciones hasta un nivel no significativo, si no es posible el control de la misma. En el ciclo agrícola 1998-1999, la incidencia alcanzó el 90 % con una severidad del 30 % entre los meses de febrero y marzo en la zona del valle central. Otras enfermedades Periódicamente se observan infecciones de enfermedades afectando el follaje de las plantas de alfalfa con incidencias no significativas. Actualmente, debido probablemente a características de resistencia o tolerancia de los cultivares manejados en la zona, éstas no constituyen problemas de importancia. Entre estas enfermedades se indican las siguientes: El mildiu de la alfalfa Es causada por el hongo Peronóspora trifoliorum de Bary. Se presenta en periodos lluviosos produciendo lesiones en hojas cloróticas en un inicio de infección y que se tornan amarillas cuando la lesión es más avanzada; finalmente llegan a necrosarse. Cuando la humedad relativa es alta (90 a 100 %), se forma en el envés de las hojas y en las lesiones, un afelpado de color gris o mildiu, que constituyen las estructuras de reproducción del hongo, es decir los esporangióforos y esporangios del patógeno. Las incidencias registradas en el ciclo del estudio fueron muy bajas, no alcanzando al 1 % a pesar de haberse registrado condiciones favorables de temperatura y humedad para el desarrollo de la enfermedad, por lo que se podría indicar y concluir que los materiales cultivados tienen resistencia o tolerancia a la enfermedad. Rhizoctoniasis Esta enfermedad es causada por el hongo Rhizoctonia solani. Se presenta afectando el cuello de la planta y la parte baja de los tallos. Puede causar un "damping off" en plántulas cuando se establece el cultivo. En plantas adultas produce cancros en las raíces, el cuello y puede avanzar hasta los tallos. Las condiciones de alta humedad y temperaturas frescas, son favorables y se desarrolla en la parte inferior de los tallos una eflorescencia blanca que los cubre dando la apariencia de un mildiu en un inicio de la infección. En los estados más avanzados se produce un colapso por un bloqueo en los vasos que causa la marchitez de las ramas y finalmente la muerte de la planta. Aun no se conocen medidas de control efectivas. Algunas variedades y/o ecotipos de alfalfa cultivados en el valle central parecen tener tolerancia debido probablemente a su vigor y precocidad. Los cortes tempranos pueden reducir los daños de la enfermedad. Conclusiones - Las enfermedades presentadas en el artículo son el resultado de un año de estudio (1998-1999); donde las condiciones climáticas favorecieron la presencia de ellas en los cultivos de alfalfa estudiados. - El trabajo de diagnóstico deberá ser extendido a otras áreas de producción de alfalfa del país y en forma continua, precisando la diferencia varietal y las características climatológicas del año. - Por no ser recomendado el uso de productos químicos para el control de enfermedades en alfalfa; es preciso estudiar la reacción de las variedades mejoradas a las principales enfermedades que le afectan, con la finalidad de determinar su tolerancia o resistencia a las mismas y disponer de su uso. Referencias Del Pozo, M. 1983. La alfalfa, su cultivo y aprovechamiento. Ediciones Mundi Prensa. Madrid, España. 369 p. Donald, L., Stuteville y Erwin, C. 1990. Compendium of alfalfa diseases. APS-Press. USA. 225 p. Rubert, B., Streetes, S. 1978. The diagnosis of plant diseases. Universidad de Arizona. Tucson, USA. 289 p. |