Densidades de
siembra para producción de forraje Waaijenberg H., Cámara B., Caro M.,
Meneses R. |
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Introducción En la zona andina de Bolivia, la semilla constituye un componente importante de los costos de producción. Para un agricultor que dispone de tierra, yunta y mano de obra propia, puede ser el mayor o único gasto monetario. Por lo tanto, se debe optimizar el uso de este escaso recurso, tanto de semilla propia como la comprada en el mercado local. Eso es todavía más importante en la introducción de semilla "mejorada", es decir material desconocido y mas costoso. Durante el año 1998 - 1999 se realizaron una serie de ensayos para estimar las densidades de siembra óptimas para 15 cultivos en Chuquisaca y Cochabamba. En este artículo se resumen los resultados para avena, cv. "Gaviota". Materiales y métodos Los ensayos se realizaron en terrenos de agricultores en Yamparaez (3100 msnm), Mizque (2200 msnm), Rodeo (3600 msnm) y Toralapa (3400 msnm). En las primeras tres hubo dos repeticiones y en la última una sola (bloque). Dentro de cada bloque se asignaron al azar los cultivos y dentro de cada cultivo la densidad de siembra y la aplicación de fertilizante, en un diseño de franjas cruzadas. La unidad neta más pequeña midió 0.5 m x 3.0 m = 1.5 m2.
Las densidades de siembra fueron 1/4, 1/2, 1/1, 1/1, 3/2 y 2/1 veces la densidad recomendada, vale decir 20, 40, 80, 80, 120 y 160 kg/ha para la avena; la distancia entre surcos fue de 0.25 m. Según el tratamiento (figura 1), al momento de la siembra se aplicó 100 kg/ha de 18-46-00 y en la etapa de macollaje 100 kg/ha de urea. Las fechas de siembra se resumen en el cuadro 1. Cuadro 1. Fechas de siembra y evaluación de los cultivos del ensayo de densidades.
En este primer análisis, los promedios por densidad se evaluaron mediante regresión, usando la fórmula y = a + bx - cx2, en la cual y representa el rendimiento (kg/ha) o beneficio neto ($/ha), x la densidad de siembra (kg/ha) y a, b y c constantes. Esta fórmula se adaptó bien a las curvas y facilitó el cálculo de las densidades óptimas mediante las fórmulas derivadas 0 = b - 2cxopt 0 xopt = b/2c. Para el análisis económico se usaron los siguientes precios por kg. semilla $US 0.50, forraje $US 0.05. Se ha utilizado el método del presupuesto parcial, multiplicando el rendimiento con el precio de campo, deduciendo sólo los costos de semilla para calcular el beneficio neto (CIMMYT, 1988). Resultados Las precipitaciones durante el ensayo, de noviembre a abril, fueron de 447, 595, 498 y 524 mm en Yamparaez, Mizque. Rodeo y Toralapa. respectivamente. En todas las localidades los cultivos se desarrollaron satisfactoriamente, con excepción de Yamparaez. Allí el crecimiento fue pobre, con una fuerte respuesta de los cultivos y malezas (gramíneas) a la aplicación de los fertilizantes. Los rendimientos promedios se presentan en el cuadro 2. Cuadro 2. Resumen de rendimientos (kg MS/ha) en forraje de avena para 4 localidades y 2 niveles de fertilización.
Los datos indicados con signo de interrogación no se consideran confiables. Así. en Yamparaez el agricultor cortó la avena y los valores presentados han sido estimados sobre la base de la separación del forraje total según su color (verde vs. amarillo), pero no fueron incluidos en los próximos análisis. Los rendimientos más altos se obtuvieron en Toralapa seguidos por los de Rodeo Allí los cultivos fueron favorecidos por una adecuada precipitación en combinación con relativamente bajas temperaturas. Estas alargaron la duración del ciclo y redujeron la respiración sin, probablemente, afectar mucho la tasa de fotosíntesis. En varios sitios hubo respuestas positivas a la aplicación de fertilizantes. En este artículo estas sólo fueron motivo para determinar las densidades óptimas para cada nivel por separado. Sin embargo, posteriormente se merecen estudios agronómicos y económicos más profundos en cuanto a los elementos, niveles y momentos de aplicación de fertilizantes. Efectos de densidades Los rendimientos de forraje de avena se presentan en las figuras 2 y 3. En todos los casos las curvas indican la existencia de una densidad de siembra óptima, aunque los valores variaron según la localidad y la fertilización (cuadro 3). Las principales conclusiones que se derivaron de las figuras y el cuadro son: - En los lugares con mayor rendimiento promedio (productividad), la densidad de siembra óptima fue la mayor, con los valores más altos en Toralapa. - Similarmente, la densidad óptima mostró la tendencia de subir al aplicarse fertilizantes. - Como era de esperar, las densidades óptimas en términos económicos (beneficio neto) fueron más bajos que los estimados según criterios agronómicos (rendimiento). - Los resultados obtenidos parecieron consistentes y no indicaron grandes variaciones en las dosis de semilla recomendadas, con pautas para adaptarlas a ciertas condiciones específicas.
Cuadro 3. Densidades de siembra óptimas (kg/ha) con los rendimientos (kg/ha, entre paréntesis) y beneficios netos parciales ($/ha, entre paréntesis) para avena en tres localidades
Comentarios generales - Los resultados presentados deben considerarse preliminares y basados en los valores promedios, descartándose así una parte de la variación e información. No obstante, dan algunas ideas para fines de investigación y aplicación. - Las densidades económicamente óptimas, sin aplicación de fertilizantes, fueron ligeramente mayores que la dosis recomendada para avena (80 kg/ha). Con la aplicación de fertilizantes, los valores óptimos aumentaron ligeramente. En todas las localidades, la aplicación de fertilizante dio una respuesta promedio positiva. - En este estudio se usaron los precios de la semilla certificada y comercializada por terceros. Para los agricultores que usan semilla de su propia finca los costos de la semillas serían menores y en consecuencia las densidades óptimas mayores. - En el trayecto de las densidades óptimas, las curvas de rendimiento fueron casi planas. Eso implica que se puede reducir mucho la cantidad de semilla y perder poco en rendimiento. En otras palabras, cuando la semilla es el factor más limitante, se puede recomendar sembrar a menor densidad y aumentar el área sembrada, logrando así una mayor eficiencia de la semilla y mayor producción. Donde la curva está muy plana se puede hasta doblar la producción, en condiciones de poca competencia de malezas. Referencias CIMMYT 1988. La formulación de recomendaciones a partir de datos agronómicos: Un manual metodológico de evaluación económica. CIMMYT. México DF, México. 79 p. |