Niveles de fertilización con 12-24-12 en trébol blanco Lazarte L. |
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Compendio Se estudió el efecto de la aplicación de varios niveles (0, 200, 400, 600 y 800) kg/ha/año del fertilizante completo 12-24-12, sobre el rendimiento y la persistencia de Trifolium repens cv Ladino. El experimento se llevó a cabo durante un período de cuatro años. Los rendimientos de materia seca aumentaron con el nivel de aplicación del fertilizante. Las dosis más altas dieron una mayor producción de forrajes y una mayor persistencia. Sin embargo, el análisis económico de retornos marginales, estableció como mejor alternativa la aplicación de tan sólo 200 kg/ha/año del indicado fertilizante. Introducción En un programa de manejo de praderas; la práctica de la fertilización, indudablemente trae consigo incrementos de producción en cantidad y calidad, cuando otros factores diferentes a la fertilidad no son limitantes y se traduce en un eficiente método para garantizar la producción pecuaria. La fertilización anual de praderas restituye los elementos nutritivos extraídos del suelo en la cosecha de forrajes, y evita la degradación rápida del mismo; manteniendo o mejorando su fertilidad. Según Moule C. (1980) las praderas extraen cantidades variables de nutrientes del suelo en función de su flora y su forma de explotación. Este mismo autor afirma que los aportes superiores a 100 kg/ha/año de N, P205 y K20 pueden ser rentables sobre una pradera permanente. El presente trabajo se planificó con los siguientes objetivos: a. Determinar el nivel óptimo de aplicación del fertilizante para producción de materia seca de trébol blanco, b. Estudiar su persistencia y analizar la tasa de retornos marginales por año y total de 4 años. Materiales y métodos El ensayo se instaló sobre una pradera establecida de un año, utilizándose el diseño experimental de bloques al azar con tres repeticiones. El detalle de los tratamientos se muestran en el cuadro 1. Cuadro 1. Fuente y nivel de fertilización/año.
Resultados y discusión Cuadro 2. Rendimiento en materia seca, t/ha años 1982, 1983, 1984 y 1985.
Durante el primer año, los tratamientos fertilizados rindieron significativamente más forrajes en relación al testigo. Los rendimientos más altos se obtuvieron con los mayores niveles de aplicación del fertilizante. En 1983 y 84, se acentúan aún más el efecto positivo de la fertilización, fundamentalmente en sus niveles más altos. Los valores de producción del testigo, durante este año, representan apenas el 39.5 % del valor de producción del tratamiento más rendidor. Durante 1984 la tendencia de respuesta a la aplicación del fertilizante es similar al 83, aunque con valores de rendimiento inferiores a los anotados en los dos primeros años. En el último año (1985) el rendimiento más alto corresponde a la mayor tasa de aplicación del fertilizante con diferencias estadísticas (P 0.05) que toman un sentido secuencial descendiente entre los demás tratamientos. Cuadro 3. Rendimiento en materia seca t/ha, total 4 años y participación porcentual de trébol blanco en la composición botánica (última evaluación después de 4 años).
El análisis global de rendimiento (sumatoria de 4 años) confirma la factibilidad de la fertilización desde el punto de vista agronómico. La mayor producción de materia seca corresponde a los tratamientos que contemplan aplicaciones de 800 y 600 kg/ha/año, del fertilizante, con rendimientos relativos que superan en un 250 % y 234 % respectivamente a la producción forrajera del tratamiento testigo. Al finalizar el cuarto año de evaluación, el testigo exhibe mayor población de malezas, generalmente Kikuyo (Pennicetum clandestinum); con diferencias significativas (P 0.05) en relación a los demás tratamientos; demostrándose de esta manera que la falta de fertilización incide también en el enmalezamiento y por ende en la persistencia del trébol blanco. Cuadro 4. Análisis económico de retornos marginales por año y total. Para todos los años y total se asume una pérdida del 10 % de la cosecha.
El análisis económico de retornos marginales, realizado según recomendaciones del Manual Metodológico de Evaluación Económica del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz (CIMMYT, 1979), establece que la mayor tasa de retornos marginales por año y total, corresponden al nivel de fertilización de 200 kg/ha/año de la fórmula 12-24-12; constituyéndose como una práctica agronómica recomendable para el productor lechero en zonas donde la napa freática es superficial. Conclusiones Los tratamientos aplicados con los diferentes niveles de fertilización incrementan significativamente el rendimiento en materia seca de las praderas de trébol blanco así como la persistencia de las mismas. Realizada la evaluación agronómica y el análisis económico de retornos marginales, se establece que la pradera del trébol blanco en cultivo puro debe fertilizarse con 200 kg/ha/año de fórmula completa 12-24-12 por tener mayor tasa de retornos marginales en los cuatro años de producción forrajera. Bibliografía Beaulutan, G, 1984 Le tréfle blanc améliore les prairies. Boletín Divulgativo marzo-abril/84 Changings - Suiza. Delgadillo, J. 1981 Fertilizantes simples, compuestos y complejos en la producción de alfalfa/Forrajes y Semillas IV CIF-UMSS Cochabamba - Bolivia. Ferrando, R. 1985 L'elevage bovin Nº 174 feurier. Pour una fertilisation efficace des prairies temporaires. En fourrages actualites - París. Moule, C. 1980 Fourrages. Phytotchnie spéciale La Maison Rustique - París. Thoni, E. y Humblet, L. 1983 Cultures forragéres et conservation Céntrale des mayens d'enseignement agrícole, Zollikofen - Suiza. |