La productividad de la avena (Avena sativa L.) Jutzi S., Delgadillo J., Fuentes G. |
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Resumen Se compara la productividad (producción diaria de materia seca; días entre siembra y cosecha) de la avena (Avena sativa L.) con cinco variedades en tres diferentes épocas del año (verano, otoño - invierno, invierno - primavera). La productividad diaria baja de 89.6 kg/ha en verano (100 %) a 58 kg/ha en otoño-invierno (65 %) y a 32.8 kg/ha en invierno-primavera (37 %). Esta reducción de la productividad se debe a la disminución de las temperaturas mínimas medias del verano al invierno (r = 0.9976; P 0.05/regresión: y = 0.366 + 0.119 x). La producción total de materia seca de la avena en siembra estival es similar (6.86 t/ha) al rendimiento en siembra otoñal (6.67 t/ha), pero el ciclo vegetativo (días entre siembra y cosecha: inicio espigar) de la siembra otoñal es más largo (110.8) que el de la siembra estival (75.8). El rendimiento total de la siembra invernal es significativamente inferior (3.75 t materia seca/ha; P 0.001) con un ciclo vegetativo todavía mayor (115 días). La inferioridad de esta siembra se atribuye a las bajas temperaturas mínimas reinantes en esta época y especialmente durante la fase juvenil del cultivo. Se deduce que las siembras estivales y otoñales de la avena permitan rendimientos altos en materia seca, mientras que siembras invernales son reducidas aproximadamente en un 50 %. Introducción Las condiciones climáticas (temperatura, insolación) de los valles mesotérmicos andinos de Bolivia permiten el desarrollo vegetativo de la avena —uno de los principales cultivos forrajeros anuales de estas zonas— durante todo el año. En la época seca la avena precisa riego para su crecimiento. La variación de los factores climáticos durante el año causa, sin embargo, una correspondiente variación estacional en la productividad de la avena. Esta variación de la productividad es más amplia en la especie que en una determinada variedad de esta especie. Un experimento con el propósito de determinar la productividad estacional de la avena incluye por ende varias accesiones de esta especie. La productividad estacional (producción de materia seca de la planta entera) se determina con provecho mediante el cálculo de la producción por superficie (ha) y día de desarrollo. Experimento y objetivos Con el motivo de observar la productividad estacional de la avena se sembraron 5 variedades de esta especie en las siguientes épocas del año agrícola 1977/1978: Cuadro 1. Variedades probadas.
* : Se consideró el mayor peso de 1.000 granos de Mustang Cuadro 2. Fechas de siembra.
La cosecha se realiza en el estado del inicio de espigamiento (10 % de las espigas emergidas) Resultados y discusión Cuadro 3. Fechas de siembra y cosecha, días entre siembra y cosecha.
Cuadro 4. Rendimientos en materia seca, t/ha.
Cuadro 5. Productividad estacional (Rendimiento en materia seca total dividido por número de días entre siembra y cosecha) kg/ha y día.
El ciclo vegetativo (días entre siembra y cosecha) se alarga de un promedio de 75.8 días para la época estival a un promedio de 110.8 días (146.2 %) para la época de otoño - invierno y a 115 días (151.7 %) para la época invierno - primavera. Este efecto es menos marcado en las variedades tardías (Mustang: aumentó de 100 a 146%) que en las variedades precoces (Texas: aumentó de 100 a 162 %). Entre los rendimientos de la primavera y la segunda época (promedios: 6.86 y 6.67 t/ha respectivamente) no hay diferencia significativa. La tercera época es significativamente inferior (promedio: 3.75 t/ha; P 0.001). La inferioridad de la tercera época se debe probablemente a las bajas temperaturas reinantes durante la fase juvenil del cultivo (fecha de siembra: 20/6). Entre la primera y la segunda época se observa una abrupta inversión de los rangos: únicamente la variedad Ajax mantiene su rango anterior. Este fenómeno se debe probablemente al hecho de que las variedades tardías en siembras de otoño han sido más afectadas por la baja temperatura que las variedades precoces que por la fase juvenil más corta escapan a esta influencia. La productividad de las variedades (kg de materia seca/ha y día entre siembra y cosecha) baja de un promedio de 89.6 kg en la época de verano a un promedio de 58 kg (65 %) en la época de otoño - invierno y a <un promedio de 32.8 kg (37 %) en la época de invierno - primavera. Estos promedios estacionales se encuentran relacionados muy estrechamente con las temperaturas mínimas medias de los correspondientes meses (r = 0.9976; P 0.05). La correlación de estos promedios con las temperaturas medias no es significativa, lo que se debe a la poca variación de las últimas (13.0 ºC para Junio y Julio y 18.4 °C para Noviembre). Menos todavía varían las temperaturas máximas medias. La recta de regresión explica la variación de los datos en un 99.53 %. El 0.47 % de la variación se debe a la desviación de la regresión. Se concluye por consiguiente que la reducción observada en la productividad de las variedades probadas del verano al invierno es causada principalmente por la variación de las temperaturas mínimas medias. Para la aplicación práctica de estos resultados se deduce: - Siembras de avena forrajera (planta entera) hasta principios del mes de Marzo permiten rendimientos totales en materia seca similares a siembras estivales (las temperaturas mínimas medias empiezan a bajar sensiblemente en el mes de Abril). La sensible fase juvenil pasará de tal manera con temperaturas mínimas todavía suficiente elevadas. - La productividad diaria de siembras otoñales, sin embargo, es en una tercera parte más baja que la productividad diaria de siembras estivales. Siembras otoñales ocuparán el campo durante más tiempo. - Siembras invernales (meses de Mayo a Julio) son frenados sensiblemente en su desarrollo por las temperaturas mínimas bajas reinantes en esta época. El rendimiento total en materia seca alcanza un 55% de la siembra estival, la productividad diaria un 37 %. Referencias Bibliografía Jutzi, S. y Delgadillo, J.; (1978) Comparación de cinco variedades de Avena sativa. Cochabamba. Metodología experimental
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